En los últimos años el cementerio La Piedad se convirtió en uno de los sitios históricos y culturales que forman parte de la agenda de recorridos que ofrece la Municipalidad de Posadas a través de visitas guiadas, algo que también se realizó en su momento con los museos y la Logia Roque Pérez.
“Soy aficionada al género de terror y esto que estás por presentar me encanta”, sinceró a Ale Uriarte su compañera de piso, Gabriela Aquino, durante el programa Modo Sábado, a lo que este respondió “hay cosas dentro del cementerio que se sienten, no sé si se ven, pero las percibís”, por lo que decidió dar a conocer el trabajo que realiza uno de los cuidadores del lugar.
Su nombre es Martín y cada noche oficia de sereno en la zona de ingreso al cementerio La Piedad. Al ser consultado por “los ruidos”, elevó la curiosidad de quien lo entrevistaba al responder: “si vas a trabajar acá tenés que ser consciente de que es un cementerio”, y agregó: “a veces se escuchan ruidos raros en la zona del fondo”, pero lejos de caer en un relato fantasmagórico, aludió a la presencia de gatos, comadrejas, palomas y perros que deambulan por el lugar.
El relato de la noche
“Con un amigo y una amiga estábamos sentados y escuchamos al famoso Pombero, que se sabe cómo actúa, el tema del silbido y esas cositas. Estábamos sentados y de repente chiflaba allá, al rato se te venía cerca y era un sonido rarísimo”…así comenzó la anécdota más escalofriante de la nota junto a quien reconoció que un compañero “no aguantó hacer las guardias”. No te pierdas el video.
La principal necrópolis de Posadas fue creada en octubre de 1872 en la actual chacra 42, ante la necesidad de trasladar el primer cementerio de la ciudad que estaba en la Plaza 9 de Julio, frente a la Catedral. En octubre de 1879 se lo vuelve a trasladar a su actual emplazamiento en la Chacra 60, delimitada por las avenidas Almirante Brown, Tomás Guido, Martín Fierro y Santa Catalina.
Hoy es patrimonio histórico y entre sus estructuras más destacadas se encuentran: la Capilla de Planta Octogonal y estilo neorrománico que funcionó como capilla velatoria (actualmente abandonada). Está construida con ladrillos asentados en barro y revoque compuesto por barro y cal, y en cuyo interior existía una mesa de mármol blanco.
También se destaca La Cruz Mayor, ubicada en el centro del cementerio, hacia donde convergen todas las calles centrales del camposanto donde descansan los restos de importantes personalidades de la cultura y la historia posadeña, entre ellas: Mario Losada, Juan Ramón Madariaga, Domingo Berrondo, Aníbal Cambas, Alcibíades Alarcón, Pedro Noziglia, Emilio Clement Poujade y Francisco J. de Haro, entre otros.|