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«So vo todo el tiempo», el mundo mágico de María Tresols

Michis y poesía, un golpe de efecto que gusta y mucho en las redes sociales. Con esos dos ingredientes, María Tresols encontró una forma de seguir experimentando diferentes facetas del arte.
maría

La palabra es quizá el elemento que une todas las pasiones de María Tresols, una artista obereña que destaca por su versatilidad y las muchas disciplinas en las que se desenvuelve. Escribió una novela titulada El Club de las Señoras Desinformadas, también escribe y hace hip hop, escribe poesía y es amante del collage.

A través de su página de su proyecto So Vo Todo el Tiempo, encontró una forma de transmitir algo de su vuelo artístico a través de las redes sociales. Es un formato directo, de mucho impacto, que pronto se volvió viral sin que ella misma supiera cómo había sucedido “Llegué tarde a Instagram, siempre llego tarde a todas las redes sociales”, cuenta con humor.

La faceta musical de María Tresols

El collage digital y sus desafíos

Si bien estudió diseño gráfico dos años, nunca pudo hacerse muy amiga de las herramientas como Photoshop y programas similares. Por lo que su experimentación con el collage fue casi artesanal, utilizaba un programa llamado Vaporgram y elegía algunas fotos de su archivo personal. “Pinturas clásicas y antiguas, estaba un poco atrapada por esa estética; y fotos de gatitos, combiné esas dos cosas que tenía en el celu”, narra María.

El artista Francisco Sales Amengual fue quien insistió en que haga el salto del celular a la computadora, con la posibilidad de hacerlo con mejor calidad y pasarlo a otros soportes y formatos. “Después de un año de estar publicando con Vaporgram, empecé a aprender en Krita, una versión de Photoshop en software libre”, revela. “Pero sólo la uso como tijera, papel y goma, recorto partecita por partecita, esa es la gracia para mí”, aclara sobre el proceso.

De los primeros post a la viralización

A través de Francisco también se dio cuenta de que su hobbie estaba teniendo más repercusión de lo que se imaginaba. Él advirtió que sus piezas de collage se compartían en un montón de perfiles diferentes. “Yo no miraba las historias, entonces no sabía la repercusión que estaba teniendo” comenta y agrega: “había algo de espontaneidad, lo que yo escribía lo publicaba en el momento”.

Para Tresols, fue esa autenticidad de no corregirlo y sacarlo así lo que conectó con la gente. A diferencia de sus inicios, admite que ahora se lo toma diferente: “hoy en día tardo mucho en hacer una publicación, escribo poco y hasta que encuentro algo que me gusta y lo quiero compartir, doy más vueltas”. Así también, reconoce: “el collage, en cambio, lo sigo haciendo con más facilidad”.

“Toda mi vida flashié collage y texto” cuenta sobre su infancia, en la que esperaba que su abuela le trajera una nueva edición de la Revista Explora para usar sus imágenes. Cuando vio el impacto que tuvo So vo todo el tiempo, le gustó darse cuenta que estaba ante un sueño cumplido: “esto es lo que siempre quise hacer, lo que desde chica quise plasmar”.

Y la carita de los gatos fue como la firma, la impronta particular que quiso darle al proyecto: “siempre son mis gatos, porque les conozco la personalidad y eso completa un poco lo que quiero decir con el collage”.