Facundo López Sartori es uno de los ministros que más cruza las fronteras internacionales. Hace algunos días estuvo en Santiago de Chile, participando de mesas de trabajo organizadas por la CEPAL.
En esta oportunidad, el viaje será mucho más largo y a un lugar envidiable. Del 24 al 28 de este mes se estará llevando a cabo en Estambul, Turquía el 47° Congreso Internacional de Apicultura “Apimondia”, un espacio donde converge lo mejor del mundo en esta materia.
La presencia de “Kuka” en la ciudad que fue Capital de los imperios romano, bizantino y otomano está directamente relacionada con el fuerte trabajo que se viene realizando hace varios años en este pujante sector.
Pero López Sartori no irá solo. Junto a él viajará una parte de su equipo de videos y redes –quienes recorren los pasillos del Agro cuentan que son los primeros en anotarse- y Fernando Müller, director de Apicultura del Ministerio del Agro y la Producción y a quien puertas adentro del edificio ubicado sobre la calle Colón lo llaman “el capo de la miel”.
A Müller llamarlo así es poco. Es quien más sabe de la materia y que además instruye al ministro en esos asuntos. Es abogado de profesión, apicultor y meliponicultor. Es Técnico en Gestión y Producción Apícola y Licenciado en Apicultura para el Desarrollo de la Facultad de Ciencias Veterinarias.
Escribió varios cuentos relacionados a la temática y el año pasado publicó un libro llamado “lo dulce y lo amargo de la miel en Misiones: más de cien años de relatos de vida, abejas y miel”. Encargado del Centro de Investigación y Desarrollo Apícola del Instituto Superior del Profesorado en Ciencias Agrarias y Protección Ambiental (PROCAyPA). Participó como autor o coautor en trabajos de investigación presentados en ponencias orales o poster en congresos provinciales, nacionales e internacionales.
Poco más de un mes atrás, el ministro del Agro repartió a medios amigos un artículo de opinión denominado “lo que viene es la Revolución de la Miel”, en el que daba cuenta que en Misiones “hay más de mil apicultores, cooperativas y una producción pujante de miel que crece de manera acelerada” y agregaba que “Tenemos unas once mil colmenas distribuidas por todos los municipios misioneros pero queremos ir más a fondo y llegar a las 100 mil en distintas etapas y con un acompañamiento del Estado para dotar de profesionales, infraestructura, mejoramiento genético con el fin de generar esta verdadera revolución”.
Si bien mencionó que hablar de revolución “es una palabra fuerte y desafiante para este contexto”, remarcó las leyes que se impulsaron para llevar soluciones a los 1.300 apicultores con sus familias, organizaciones, cooperativas, instituciones organizativas dedican sus días trabajando en este sector. |
