El carismático músico misionero Andy Gaona dejó a más de uno boquiabierto cuando reveló el motivo de su última visita a la reconocida esteticista, la dra. Laura Kelzer. Acostumbrado a brillar bajo las luces del escenario, esta vez Andy decidió abrirse sobre un tema poco hablado pero muy real: la transpiración excesiva que lo afectaba tanto en sus shows como en su vida cotidiana.
Lejos de los tabúes, el artista se animó a contar que se realizó un procedimiento estético con fines de salud: microdosis de botox para tratar la hiperhidrosis facial, una técnica que regula la sudoración sin alterar las expresiones naturales. El resultado (según él mismo confesó) fue un verdadero cambio de vida: piel más seca, mayor comodidad y una nueva seguridad personal.
Es que cada vez más hombres se animan a dar este paso: cuidarse ya no es sinónimo de vanidad, sino de bienestar y Andy, con su estilo auténtico y descontracturado, rompió esquemas, dejando un mensaje muy claro: la estética también puede ser salud. Y, fiel a su impronta, lo hizo sin perder ni una gota de su esencia artística.
Entre acordes, luces y cuidados personales, Gaona volvió a marcar tendencia (esta vez, desde otro escenario) y su “secreto mejor guardado” terminó siendo un ejemplo de naturalidad y evolución.
