Alegrarte: una burbuja en el espacio tiempo

Esta semana abrió por primera vez sus puertas uno de los art-café más curiosos y bellos que tiene la capital misionera actualmente. Con una boutique de emprendedores locales, muestras de arte, todo dentro de una casa de más de 100 años, este espacio es una visita obligada.

Este lunes 13 de marzo abrió sus puertas Alegrarte, un café que puede dejar sin palabras hasta al público más exigente. Son demasiados los elementos que hacen al fenómeno recién inaugurado que se ubica sobre la Avenida Roque Sáenz Peña al 1870.

Una casona antigua, más precisamente de 101 años desde su construcción, que guarda parte de la historia de Posadas y que es a la vez, el sueño de toda la vida de Carla Seewald, la mente maestra detrás de esta curiosa propuesta.

¿Cómo explicar el estilo de Alegrarte? De momentos, es como visitar el Palacio Alvear y posee a la vez, un tono de fantasía sutil que coloca en el ambiente un elemento disruptivo, la sensación de estar en el universo de Alicia en el País de las Maravillas.

El espacio que abarca es inmenso y está compuesto por un art-café, una boutique con objetos de colección, prendas y regalos de emprendedores locales; luego continúa una galería que recorre un patio angosto, estilo que recuerda a viejas épocas de la arquitectura. Y cómo olvidar el detalle de la fuente en la entrada, una impresión fuerte, de nuevo: de otros tiempos.

Los mozos y mozas que trabajan en este rincón de interés patrimonial son muy atentos y se les puede consultar por todos los detalles que están expuestos en la casa. De las diferentes opciones del menú, que van desde un abanico interesante de pastelería y opciones para los amantes de lo salado, con un recomendable mbeju relleno con albahaca y tomate.

El café, si bien no es de especialidad, mantiene un buen nivel y no se sirve a una gran temperatura, por lo que vale darle crédito también. El estar allí se vuelve como una burbuja, un paréntesis donde la experiencia de consumo se amplifica, entre los aromas y las obras de arte que están montadas.

En esta oportunidad, la muestra inaugural para dar comienzo a un ciclo de “micro exposiciones” es de la artista Ailín Majeras, responsable también de las intervenciones que dan vida y mística al lugar.

Tanto las pinturas de los salones como los murales aplicados en los baños, son detalles pensados en conjunto por Ailín, Carla y Gabriel Duarte, el curador de todo lo que sucede a nivel creativo dentro de Alegrarte. Majeras nació en Eldorado y estudió diseño de indumentaria, sin embargo la vida y su propia carrera abrieron surcos hacia la experiencia artística y ahora tiene la posibilidad de dedicarse por completo a su perfil creativo.

En su abanico artístico se logra plasmar la idea de Carla, la responsable de este sueño convertido en realidad. La visión de Seewald unió mundos posibles y necesarios para que Posadas siga siendo una ciudad interesante: arte, buena atención, calidad de ambiente. Un detalle precioso dentro de los recorridos sensoriales, es el aroma a coníferas que invade el olfato al ingresar a la boutique.

Este pequeño salón está repleto de objetos de colección, desde prendas de vestir a perfumes y artículos de librería, con una lógica tan infranqueable que parece salida de un moodboard especializado de Pinterest. Pero más allá de la superficie, el trasfondo tiene que ver con el espíritu emprendedor de cada proyecto que se encuentra disponible en la tienda. Así también, la propuesta a futuro es abrir el espacio para otras experiencias artísticas como ser talleres de poesía y escritura, como así también para workshops, veladas de after office y reuniones de trabajo con un clima especial.

“Me ha tocado estar cerca de gente emprendedora y ver que les cuesta vivir de sus sueños, a la vez que ves las noticias y el mundo está en un momento tan difícil, que pensé en un espacio donde alguien se pueda abstraer de todo eso y entrar en un espacio tiempo donde todo es posible, incluso tus sueños” comenta Carla sobre su visión de Alegrarte. Conectar con la naturaleza, estar presente a través de la alegría y el arte. “Qué lindo sería juntar todo con un componente gastronómico” fue el puntapié y ahora es una realidad, una muy bien ejecutada que nobleza obliga, hay que conocer.