Uno de los rituales que caracteriza a Agustín Delpiano, además de sus increíbles desayunos que comparte cada mañana con sus seguidores, son los momentos de escritura reflexiva. Él utiliza con maestría la palabra para expresarse, no teme profundizar y ser crítico consigo mismo, se ríe de sus procesos y habla mucho de su inteligencia emocional.
“Muchos me cargan porque tengo una remera con un autorretrato” es el puntapié para un manifiesto en el que cuestiona lo que elegimos comunicar a través de nuestras redes. Con humor, destaca que gusta de estudiar y estudiarse a través de la fantasía artística. “Tampoco soy el juez ni el moralin de nada” dice para marcar desde dónde piensa lo que piensa.
Él admite que no se conforma con nada y eso a veces, lo puede llevar a ser “re denso”. Por eso, pone en debate algo que una maestra de teatro le dijo alguna vez: que lo que decimos a los demás en las redes, es algo que nos decimos a nosotros mismos. “Senti pienso que siempre me hablé y me habló a mí mismo” confiesa sin tapujos.
De todos modos, aclaró que muchas veces es lindo no pensar tanto en las cosas que hacemos. Como una forma de andar “sin tanta filosofía y sin tanta sensibilidad”, aunque parece ser irónico al respecto. Como sus textos son más bien literarios y nunca hay una gran linealidad, te invitamos a leer su post entero y disfrutarlo: