David Amaral, el emprendedor que quiere potenciar la carne misionera

Con apenas 34 años y una enorme visión de futuro busca impulsar el Frigorífico El Zaimán, un eslabón fundamental en la industria cárnica misionera. Pero también va por más y apunta a sacar su producción por el Puerto de Posadas.

Pese a su juventud, puede decirse que se convirtió en un emprendedor con una notable visión de crecimiento en un complejo sector como el cárnico misionero y de la región. Es que a sus 34 años, David Amaral impulsa un emprendimiento que tiene como objetivo poner en valor el histórico Frigorífico El Zaimán, apuntando siempre a mirar hacia adelante.

Amante de las alpargatas, las boinas y el campo, las ideas de este joven empresario para meter de lleno a Misiones en el negocio de la carne son varias, entre ellas invertir en la provincia para lograr vender cortes de carne a precios bajos y apuntar a exportar su producción a través del Puerto de Posadas.

En ese sentido, para Amaral “Misiones se ha convertido en un lugar estratégico por varias razones, una pujante actividad ganadera para potenciar a lo largo de una gran cantidad de hectáreas y una gestión de Gobierno abierta para trabajar en equipo”.

Si bien toma distancia de las cuestiones políticas, comparte la visión futurista del vicegobernador Lucas Romero Spinelli, especialmente en aquellas que tienen que ver con la tarea social, el uso de la tecnología y el cuidado del medioambiente.

Pero en la estructura de Amaral, el viejo y querido Frigorífico El Zaimán es una pieza fundamental dentro del proyecto que busca potenciar la industria cárnica de la región y busca reflotarlo, sabiendo que supo ser un importante actor económico de peso. En este aspecto, Amaral ‘conoce el campo’, tiene ganado, experiencia en faena, chacinados y embutidos.

Aunque también va por más. En este punto, la ambiciosa idea del empresario (aunque no le guste esa denominación) es exportar su producción a través del Puerto de Posadas, un actor necesario y relevante, teniendo en cuenta que es la salida de la provincia hacia otros mercados en búsqueda de los dólares necesarios.

En cuanto al rol social en su visión de negocios, el joven emprendedor trabaja en un proyecto denominado “Soó Porá”, un consorcio de cooperación vinculado a las tendencias de las economías circulares y de alto impacto social. En ese sentido, el objetivo es tener cortes sociales con un precio competitivo. Además, estudia la posibilidad de crear una cuenta corriente para los clientes.

“El futuro de la industria también está vinculado a la tecnología, al cuidado del medioambiente y en los nuevos conocimientos” apunta Amaral en total coincidencia con lo que pregona el propio Romero Spinelli. Hay futuro.