Se acaban de casar o llevan mucho tiempo como pareja estable y, justo en ese instante, prácticamente en la tercera fase de la relación, llega el momento en que les empiezan a preguntar: ¿y para cuándo los niños?
Ahí es cuando se dan cuenta que nuestras amigas y amigos cercanos están inmersos en el baby boom, y parece que lo que toque sí o sí es tener hijos, ampliar la familia… Pero no se dan cuenta que no es lo que querés, que ya estás bien cómo estás y que te gusta tu vida tal y como está: viajando, disfrutando, durmiendo la siesta, teniendo momentos para nosotros mismos y para la pareja.
Pero el resto del mundo nos hace dudar, nos hace pensar que lo que estamos decidiendo es malo, que no es lo correcto, que seguramente nos arrepentiremos y además, empiezan a querer saber los motivos del por qué no y a generar una especie de conversación donde nos tenemos que justificar por el simple hecho de haber elegido un camino diferente.
Así fue como el debate se abrió en las redes de la obereña Ingrid Grudke. Consultando a sus seguidores porqué siempre le preguntaban si tendría hijos o no, automáticamente las respuestas no se hicieron esperar y muchas opiniones encontradas la sorprendieron.
Pero fue una de ellas, la que más le llamó la atención: «porque solo lo vas a entender cuando seas madre». Ante dicha respuesta, la joven modelo respondió: «para mí es una gran responsabilidad tener hijos. Hay que tener mucho amor para recibirlos en este mundo. Cuidarlos, contenerlos, protegerlos, guiarlos y dejarlos ser libres de ser cómo quieran».
Pero cuando parecía que la cuestión estaba más que zanjada, nuevos mensajes surgieron y abrieron más discrepancias entre sus seguidores.
Hemos de tener presente que esto es cada vez más común. Cada vez hay más mujeres con profesiones absorbentes donde se plantea un conflicto entre producción y reproducción, entre crecimiento y desarrollo profesional y maternidad. Pero eso no quita los valores básicos de respeto hacia las decisiones que cada uno decide tomar.
