Pao Dimas no para de avanzar en sus clases de calistenia. Esta disciplina consiste en realizar fuerza con el peso del propio cuerpo. En sus redes sociales comparte su disfrute por esta actividad al aire libre, pero no es la única actividad en la que es buena; ya la hemos visto haciendo trucos dificilísimos en sus clases de pole sport. Desde TSM nos comunicamos con ella para conocer el motivo por el que elige ambas disciplinas.
Pole sport
Ser madre, cabeza de familia y tomarse un tiempo para el propio bienestar no es fácil. Es por eso que Pao tuvo que armarse de paciencia y saber esperar su momento. Dimas abrió su corazón: “Yo empecé a hacer actividad física cuando mi hija cumplió 11 años; antes de eso me dediqué a criarla y trabajar. Entendiendo que ya a los 11 años, en la pubertad, comprendía ciertas cosas, entonces decidí comenzar a hacer actividad física”.
Confiesa que mucho tiempo buscó una actividad física que la motive: “Busqué mucho y la que más me llamó la atención fue el pole sport. Empecé en el 2011 y desde ahí no dejé. Me gusta mucho cómo enseña la profe Paula de Lima, tiene mucha paciencia y además trabaja mucho lidiar con la frustración, porque no siempre te salen las figuras. Cada clase es un desafío constante, son entrenamientos muy aplicados; te cuidan mucho de no caerte y no romperte nada. En ese espacio trabajas la concentración, la fuerza, la dedicación y los desafíos”.
En dicha actividad encontró un espacio de catarsis: “El equipo con el que entrenamos también es muy humano. Somos el 99% mujeres. Entre nosotras nos apoyamos mucho cuando nos sale una figura. Nos ponemos felices, contamos nuestros problemas a veces. Esa hora que le dedico dos veces por semana es liberadora; por más que no te salga una figura, estás ahí, estás contenida, es una descarga para los problemas”.
Calistenia
Pero la periodista no para y, en vez de aprovechar el receso de pole para descansar, buscó otra actividad para hacer: “Calistenia hago con el profe Pablo Cuba. Me gusta la actividad porque no es rutinaria, no me gusta quedarme quieta, por eso me aburre el gimnasio. Todas las clases son distintas; por ahí repetís una cosa que hiciste la clase anterior, pero esta vez te sale distinto, corregís la postura”.
“Yo no lo hago por lo físico, sino porque hace bien a la mente; es estar bien con una misma. Es saber que esa horita que estás ahí te despejas de todo”, finalizó la comunicadora.
