Más allá de su carrera de arquitectura, Magalí Micaela es una persona que supo hacerse un lugar en las redes sociales y “monetizar”, si se puede decir así, varias de sus virtudes y capacidades de emprendimiento a través de ellas. Es común ver trabajos de promoción turística, viajes pagos con publicidad y todo tipo de aventuras que comparte con sus seguidores.
Como se trata de una influencer todo terreno y sin tabúes, Magalí también ha encontrado una nueva veta de su trabajo a través de la venta de contenido para adultos. Lejos de los prejuicios y el desconocimiento que existía hace un tiempo, hoy en día es posible hablar de estas opciones y poner en discusión las ventajas y los cuidados que se deben tener.
De todos modos, no es lo mismo para las diferentes generaciones la manera en que se puedan tomar estas nuevas formas de ganarse la vida. Una cosa es contarlo entre amigos y personas que comparten el mismo código, y algo muy diferente es el momento de explicárselo a la familia.
A propósito, Magalí contó cómo fue contarle a su madre que vendía sus propias fotos eróticas. La modelo e influencer explicó que no es alguien que se maneje mucho dentro de las redes, y que al ver cómo iba creciendo económicamente su hija, empezó a tener problemas en las cuentas. “¿De dónde estás sacando plata? ¿Qué estás haciendo?” Fueron las preguntas y ella no se escondió, aunque por suerte, tuvo un final feliz.
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