Dragon Ball, Caballeros del Zodíaco, Sailor Moon, Death Note, son sólo algunos nombres mayúsculos de la historia del manga y el animé, los más conocidos aquí en Latinoamérica por las transmisiones que nos han llegado a lo largo de este tiempo. Muchas veces, la industria de Hollywood quiso aprovechar la popularidad de estas entregas, realizando versiones occidentalizadas de las historias originales, pero la distancia entre estilos nunca se había logrado unir a través de un buen criterio.
Pero el pelo extraño de Goku en su versión americana quedó atrás, porque Netflix parece haber roto la maldición con One Piece, un manga que fue muy popular, se convirtió en una serie de más de mil capítulos amada por todo su público y hoy llega a muchas más personas a través de este live action que nos tiene atrapados. Es que por primera vez, una serie de este estilo logra no sólo dejar contento al público conocedor, también ha conseguido nuevos fanáticos para que sumen a la tripulación.
La clave, según cuentan desde la producción, parece estar en el detalle de que su creador Eiichiro Oda realizó una supervisión exhaustiva del material antes de ser editado. El proyecto de Netflix ha sido ambicioso, cuenta en 8 capítulos de alrededor de una hora, todo lo que sucede en 44 tomos de manga (cómic) y cumple con la síntesis porque dejó contento a los fans y a los que se sentaron por primera vez a verla. Los personajes son únicos, coloridos y especiales, la serie se toma el tiempo de introducirlos y generar una inmediata empatía con ellos.
Pero el gran fenómeno es Monkey D. Luffy, su gran protagonista, un joven con un inabarcable optimismo que gracias a su sonrisa de oreja a oreja, logra convencer a sus compañeros de unirse a él en su misión de ser el futuro Rey de los Piratas. ¿Cómo pretende hacerlo? Bueno, el One Piece es un tesoro escondido perteneció al último monarca de los mares y se dice que quien logre obtener ese premio será el próximo en la línea de sucesión. Sin embargo, Luffy no es el único que está dispuesto a conseguirlo y tendrá que enfrentar muchas dificultades en el camino, otros piratas y además a la Marina, la ley del océano que pone precio a los capitanes más buscados.
Con grandes actuaciones, una estética que hace justicia a su versión animada y profundidad en cada uno de los personajes, esta serie atrapa desde el primer minuto y no para de asombrar con cada aventura nueva. Si no conocías el manga o el animé desde antes, no te preocupes que no vas a necesitar ningún tipo de información previa (a diferencia de las últimas entregas de Marvel que vienen con manual de instrucciones), sólo preparate un buen escenario para sentarte y disfrutar de esta aventura por los siete mares.
