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Ian Carruccio: “Es el mejor momento para dedicarse a los e-sports”

El referente del Polo TIC Gamer hace un repaso de su carrera, desde sus inicios en el Age of Empire a la consagración como jugador profesional de CS: GO. También nos cuenta porqué decidió pasar de la competencia a la gestión y como observa el fenómeno gamer en la Tierra Sin Mal.

Por Juan Báez Nudelman

La escena del gaming y los e-sports, junto con toda su explosión cultural, crecen de forma exagerada, exponencial, y la confianza es mayor a la hora de las inversiones. En muy pocos años ha escalado en popularidad y por lo tanto, en infraestructura. Argentina tiene un mercado emergente y en la tierra sin mal ya se han enterado de lo valioso que puede ser: este jueves el parlamento misionero aprobó una normativa que “reconoce a la actividad como categoría deportiva y recreativa”.

Fue el mismo Carlos Rovira quien tuvo la iniciativa con el fundamento de que “la práctica de los Deportes Electrónicos debe ser libre y accesible a todos los habitantes del territorio, de modo que puedan promover el desarrollo intelectual, la socialización, la diversión, el aprendizaje y la cultura del deporte”.

La cosa se puso seria y hasta se creó el Polo TIC Gamer, un ala que ya tiene en funcionamiento una academia y que junto a Silicon, montaron un trailer que recorre la provincia facilitando a los jóvenes la experiencia de jugar videojuegos en las mismas condiciones que lo hace un profesional.

Pero es algo tan nuevo que se necesita asesoramiento, personas que entiendan de qué se habla al momento de promover esta práctica. Ese es el lugar que Ian Carruccio se animó a ocupar dentro del proyecto, de hecho, es uno de los principales referentes entre los jugadores profesionales de e-sports que han surgido en la provincia. En diálogo con TSM, aseguró que le interesó el proyecto por lo que puede llegar a ser: “si era por la plata no hubiese aceptado, pero me llamó la atención y hasta desconfié un poco. Pero como me dieron la chance de ser quien aporte las ideas, como una especie de consultor, me gustó”.

Con su hermano dentro del mismo rubro, puede sospecharse que es un asunto de familia. El joven de 26 años con más de 500 partidas jugadas durante 10 años a nivel competitivo, cuenta que la pasión viene de su padre, que se dedica a la programación y que posee un software que funciona en muchos comercios actualmente. “Él siempre fue autodidacta y me inculcó eso. Desde los 5 años más o menos, le preguntaba cómo se hacía algo y me decía ‘buscá en google’” recuerda Ian entre risas.

Carruccio tenía varias computadoras en su casa y uno de sus planes predilectos era juntarse con sus primos a jugar en red: “jugábamos al Age of Empire en LAN, al Counter Strike. Luego fui probando otros estilos, me gustaban los MMORPG (juegos masivos multiplayer de rol online) y fui probando todos los que salían, prácticamente”. Hoy en día, con tantos años de entrenamiento, considera que le es “muy sencillo entender un juego y mejorar, ya sea complejo o sea el buscaminas, puedo entender cuál es la mecánica”.

Para ser honestos, no es algo que le salga fácil a cualquiera, no obstante, Ian admite que “cuando era chico, era bastante malo, fui mejorando con el tiempo. Me pasaba que en el ciber apenas había salido el Counter (Strike) y yo era el más chico y le ganaba a los más grandes”. Él destaca el esfuerzo por sobre cualquier otra cosa, hasta se anima a decir que “cualquiera que entrene más horas que yo por día puede jugar a mi nivel”. Está claro que al tratarse de un desempeño profesional, la preparación lo es todo.

Pero para volverse profesional hay que empezar por competir y más allá de divertirse jugando, Ian siempre tuvo ese espíritu, le gustaba medirse en habilidad con los demás. “Creo que la primera vez jugamos por la coca” bromea, “desde entonces siempre me gustó la idea de entrenar para ser el mejor”. Carruccio expresa que “lo que me gusta es competir, no me apego a un juego en particular” y claro, todos los rituales que acompañan: “antes de un torneo, la charla motivacional es clave, tratar de estar tranquilos porque los nervios también juegan en contra”.

Ian asegura que “se nota que el mercado está creciendo. Yo tuve mi primer sueldo por competir en el 2020 y hoy en día los jugadores del top 10 ya tienen sueldos de alrededor de 200 mil pesos. Capaz que dentro de cinco años estás en el top 40 y cobrás 400 dólares, en fin, no se vuelve tan limitado”. Para eso, le parece fundamental que haya torneos, porque “atrae al público que ve a través de stream, eso hace que lleguen marcas y haya más inversión. Eso hace que haya más gente dedicándose al coach, al casteo (relator y comentarista), a la edición de videos, al diseño gráfico, hasta los observers, que son los camarógrafos de las partidas”.

Carruccio está ante el desafío de trasladar toda su experiencia a la gestión en Misiones, y lo tiene muy en claro: “mi deseo es impulsar la profesionalización para que los chicos y chicas sepan que pueden competir y dedicarse a esto. Con los cursos que estamos haciendo queremos facilitar herramientas para que mejoren rápido. Cuando nosotros empezamos no había tutoriales ni videos de youtube, de hecho, la forma más fácil de aprender es entrenando en equipo, porque cuando estás sólo es muy difícil ver lo que estás haciendo”. Así también, le parece tan importante “unir a la comunidad con eventos y actividades” como “educar a los padres para que entiendan de qué se trata, que no necesariamente conlleva una adicción y que además de enseñarte un montón de cosas, genera espacios de sociabilidad para los chicos”.