El programa radial más emblemático de Misiones, “El Show de los Impactos”, celebró sus 50 años de trayectoria con una gala conmovedora en el Auditorium del Instituto Montoya. Con entradas agotadas y un público que colmó la sala, Alfredo Abrazian —su creador y voz inconfundible— repasó medio siglo de historia acompañado por colegas, autoridades provinciales y oyentes que lo siguen desde sus comienzos.
Durante la velada, Abrazian ofreció un recorrido íntimo por los hitos que marcaron al programa, entre coberturas históricas, entrevistas memorables y anécdotas que forman parte del ADN de la radio misionera. Desde el incendio de la Capilla Santa Rita en 1992 hasta la recordada pueblada de 1995 en su defensa, cada recuerdo fue celebrado con emoción y aplausos.
También se revivieron momentos insólitos, como el famoso “paracaidista fantasma”, que resultó ser un simple aparato de medición del viento, y se destacaron entrevistas con figuras nacionales e internacionales como Álvaro Alsogaray y Alfredo Stroessner. Un verdadero archivo vivo que traspasa generaciones.
El evento tuvo su punto más alto cuando el presidente de la Cámara de Representantes de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, subió al escenario para entregar una declaración de interés provincial en reconocimiento al aporte cultural y comunicacional del programa. En un momento distendido, el exgobernador también fue entrevistado en vivo por Abrazian, en un intercambio que combinó política, humor y complicidad con la audiencia.
El cierre estuvo a cargo del histórico equipo de periodistas que acompañó a Abrazian durante estos 50 años. Con palabras sentidas, resaltaron la trascendencia de “El Show de los Impactos” como escuela de periodismo y fenómeno popular que supo adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. Así, con emoción, risas y recuerdos, la noche consagró a “El Show de los Impactos” no solo como un programa de radio, sino como parte viva de la memoria colectiva de Misiones. Medio siglo al aire que se celebra con la misma energía y convicción que lo vio nacer.
