“La selva no existe es una película que básicamente trata la historia de un joven muchacho que está buscando su lugar en el mundo, está buscando quién ser, y tiene una abuela, una novia, y un jefe maderero. A partir de la historia de la construcción de estos vínculos empieza a definirse como ser humano, y obviamente el monte como un actor especial dentro de lo que es la vida de este muchacho, que se llama Karaí”, resumió Fernando Pacheco, el director de la película «La Selva no Existe».
El director de “A la deriva” (2011) y “Géminis” (rodada durante la pandemia de Covid-19), ambas filmadas en Misiones, vuelve a elegir el paisaje de la tierra colorada como escenario principal para realizar su tercera obra, basada en una idea que tiene más de 10 años y que lo acerca a las experiencias de su abuelo con el monte.
Situada en Arroyo del Medio, este tercer largometraje de Pacheco cuenta con las actuaciones del reconocido actor argentino Juan Ignacio Machado y los misioneros Sabina Buss y Alan Galarza, quienes hacen su debut en el cine.
La coproducción de José “Pepe” Salvia (Misiones) y Pelícano Producciones (Buenos Aires), cuenta con apoyo del INCAA y el aporte de 4 millones de pesos del Gobierno de la Provincia, a través del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM), en una fuerte apuesta por consolidar las industrias creativas.
Alan Galarza, quien interpreta al joven peón, surgió de la búsqueda actoral que llevó adelante Misiones Casting para esta película. Los otros dos personajes principales, una bióloga y un maderero, son interpretados por la experimentada actriz Sabina Buss (Las fronteras del tiempo, Y la intensa lluvia, Mata Salvaje, entre otras) y Juan Ignacio Machado, actor de teatro, cine y televisión argentino, de gran trayectoria por sus destacados papeles en El descanso, La venganza, Alta Comedia, Ricos y Famosos, Contrafuego, Botineras y La dueña, entre otros.
“Daniel Krieger es un empecinado, un hombre que va un poco contra de su naturaleza y de la naturaleza exterior también. Un hombre que no quiere darse cuenta que pasan los años, que está grande, que no quiere entregar, no quiere delegar, un hombre que está solo, misteriosamente solo… para él no existe la selva, no existe Dios, no existe nadie más que lo que ve, lo que toca. Algo pasó en esa selva, en algún momento le pasó algo, no se lo dijo a nadie y tiene una pelea personal con la selva…”, detalló Machado respecto de su personaje.
El actor se siente a gusto en la provincia y, entre las jornadas de rodaje, aprovecha para conocer el lugar y su gente. Todos los días camina hasta el pueblo de Arroyo del Medio acompañado por su perra Chacha, a quien trajo desde Buenos Aires para que actúe junto a él.
“La película es hermosa, la dirección de Fernando Pacheco es bárbara, la producción de Pepe Salvia, a quien le debo agradecer tanto, un colono, un tipo que apostó a la provincia… Es muy importante para mi volver a verlo, además de ser un gran productor que tiene 30 películas en el lomo, de las cuales 25 fue productor y las otras 5 las cargó y sabemos que, además, el cine es una inversión de riesgo, y él sigue apostando, es un empecinado peor que Krieger, él sigue con el cine y apuesta a la provincia”, resaltó el actor.
Por su parte, Sabina Buss vuelve a ser protagonista y destaca la posibilidad de desarrollar su profesión dentro del país, en especial en la provincia. “Creo que lo interesante de este año es que venimos haciendo diferentes producciones, entonces también vamos conociendo las distintas formas de hacer cine, que no son siempre las mismas desde la producción, desde la dirección, desde la actuación, desde el guion. Así que este año nos trajo como unas mágicas nuevas experiencias”, contó la actriz.
El equipo técnico que participa de la película es casi en su totalidad misionero y, otro hecho para destacar, es que en esta producción hay paridad de género, logro que Marcia Majcher, asistente de producción, relaciona con el trabajo de colectivos de la provincia como Mutar (Mujeres y Diversidades Trabajadoras del Audiovisual) que, a través de capacitaciones y articulación en red, hacen visible la importancia y necesidad de que haya mayor participación de estos grupos en las producciones.
“La verdad que filmar una película en este contexto es un pequeño gran milagro, es cada vez más difícil hacer cine, tanto a nivel mundial como a nivel nacional”, comentó Pacheco, y agregó, “y si lo estamos logrando es porque existe apoyo, sin apoyo es imposible hacer películas, y lo importante de esto también es poder contar nuestras historias, poder contarlas y generar trabajo…”.
En la misma línea, Juan Ignacio Machado destacó el crecimiento de la provincia en materia audiovisual y el impacto económico que genera esta actividad en sectores que intervienen de manera indirecta. “Acá se está haciendo un buen laburo, un muy buen laburo, yo estoy viendo que crece y que crece a pasos agigantados, por gente como Pepe, y por gente como ustedes que le meten garra y explotan su lugar, acá labura el de la cabaña, labura el remis, labura el que nos hace las pizzas, es la industria de la cultura”, finalizó el actor.