Como dice un viejo refrán: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Para algunos puede parecer una frivolidad darle relevancia a lo que se muestra en las redes sociales, pero cada vez más jóvenes se encuentran desanimados, frustrados, deprimidos y con crisis de ansiedad consecuencia de la “vidrieras felices” que se nos presentan. Que una figura de los medios y de las redes sociales ponga sobre la mesa estas problemáticas resulta necesario en tiempos donde la virtualidad tiene consecuencias tan dañinas en la vida real.
Para dar contexto, Mili, compartió un interesante video de la humorista Juli Coria, donde expone la frustración que genera ver la ostentación en las redes. La humorista expuso a través de un sketch como las personas se comparan todo el tiempo con las vidas que llevan otras personas en insta, y suscribió: “Un leve recordatorio para que no te abrumes con lo que ves y también para saber que a todos no pasa”.
Luego de compartir este reel, la conductora de Antisiesta, realizó una interesante reflexión: “Una foto, un reel, un carrusel, un video, una historia de Instagram, no es la vida real. Mucha gente se preocupa y hasta se endeuda por tener el viaje para la foto, la ropa, el tratamiento estético lleno de inyecciones, lo que sea. Lamentablemente, por más que haya mucha inversión, esa gente llora el triple, sufre el triple, se flagela y se castiga el triple porque se siente insuficiente. Y la única necesidad de demostrar que son superiores o mejores es a través de la ficción de Instagram o redes sociales. Hagan terapia, coman rico y tomen agua”.
