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Café Colón: un amor libre por el café de especialidad

Ubicado sobre calle Colón, entre Salta y Tucumán, este especial lugar es capaz contener a los visitantes más exigentes y sus estándares internacionales respecto al gusto por el café de especialidad.

Muchos lugares en Posadas hoy tienen una dedicación especial por el café y sus formas de preparación. Si vemos un poco más allá, el rubro gastronómico entero se ha profesionalizado para volver a la ciudad un punto turístico capaz de contener a los visitantes más exigentes y sus estándares internacionales. Pero volviendo al tema en específico del café: tenemos una provincia que produce yerba mate y una cultura ligada a esa historia del oro verde que difícilmente pueda ser superado por otras infusiones. Sin embargo, nuestra conexión con el café sigue siendo bastante cercana, desde los bares porteños hasta la cultura cafetera paulista que llega desde Brasil.

Para los que elegimos prescindir del batido instantáneo, se ha vuelto un desafío encontrar lugares en los que uno pueda disfrutar de un buen expreso. Café Colón es quizá, uno de los primeros emprendimientos que supo detectar a este público expectante. Desde su reapertura en octubre del 2015, sus dueños Jorge Cabrera y Silvana Barrios, han logrado no sólo consolidarse como referentes, sino que también generaron un culto de consumidores leales que siempre vuelven a ese pequeño rincón ubicado en calle Colón entre Salta y Tucumán.

Respecto a la fórmula para lograr esa identificación, Silvana expresa que “es simplemente tratar al cliente como un amigo aunque claro, somos conscientes de que eso puede corresponder a un rango etáreo que gusta de ese estilo informal y es a quienes apuntamos”. De todas formas, aseguró: “si vos sabés a quién está apuntado tu negocio, tenés más chances de estar tranquilo. Nos encanta que nuestros clientes vayan a otros lugares y nos cuenten las cosas que les gustaron y aquellas que no, es como un amor libre con ellos que nos permite estar al tanto de todo lo que sucede”.

Asimismo, Silvana cuenta que desde su experiencia en marketing “tienen la posibilidad de ver la carta en función de los números y estadísticas, que te permiten ver con claridad cuál es el producto estrella, el clásico, el que se encuentra en alza y aquel que está decayendo en consumo como para mantener siempre un equilibrio en la oferta”. En base a esto, Silvana explicó: “si tengo que ofrecer un plato insignia para alguien que no conoce el lugar o un turista, creo que sería sin dudas el embeyú acompañado de un flat white o un expreso. También está la opción de una bebida fresca, en ese caso, sería el mate cocido con naranja que también lo piden mucho”.

Sobre sus inicios, Jorge aclaró: “nosotros somos licenciados en marketing, siempre nos gustó el café y empezamos a investigar sobre sus orígenes, a recorrer y probar distintos estilos, pero como un hobbie”. En 2014 surgió para ellos la oportunidad de ayudar a un amigo en el desarrollo de un café de especialidad y tras un año de funcionamiento las cosas se complicaron. Sin embargo, cuenta Jorge que ese fue un momento clave: “como lo ayudamos tanto en el arranque, y estábamos muy interiorizados en el tema, este amigo nos ofreció a nosotros continuar con el proyecto y lo aceptamos. Aún así, era algo muy nuevo para nosotros”.

De todos modos, el objetivo era claro: tener un café de especialidad similar al estilo que había surgido en ese momento en Europa aunque la dificultad en principio fue conseguir la materia prima. Esto implicaba, según Jorge, “cambiar una estilo bastante arraigado de un producto descuidado, sin relevancia para el emprendedor ni para el consumidor”. Y en esa tarea, fue importante “explicar y ser pacientes con nuestros clientes para que se acostumbren a este nuevo estilo”.

El emprendimiento atravesó distintos momentos y ha superado la crisis del confinamiento estricto de la pandemia que se llevó consigo muchos comercios por las dificultades económicas, según cuentan Silvana y Jorge: “nosotros vivimos de esto, por lo tanto fueron meses complicados pero nos hizo ver nuestros baches y fortalezas. Muchos clientes se contactaron para ofrecernos toda clase de ayuda. Gracias a Dios, el cierre pleno fue durante sólo dos meses y nos reinventamos rápidamente con el formato de Take Away que nos ayudó a seguir en carrera”.

Finalmente, Café Colón sigue creciendo y desarrollándose con vistas de un crecimiento consciente, según explica Silvana: “no nos vemos teniendo un lugar más grande, nos gusta esta intimidad y este alcance con el público. En ese sentido, creo que optaría por sumar sucursales que logren la misma intimidad”. Es que si nos salimos de lo estrictamente referido al café, han logrado un ambiente relajado con música seleccionada de forma muy criteriosa y al nivel justo de volumen para no interrumpir una buena charla. En el espacio se ven libros, cuadros, plantas y todo lo que nos recuerda a la sensación de hogar.

Para cerrar la nota, nos tomamos la licencia de consultarles cuáles son sus opciones preferidas del menú. Entre risas, Silvana cuenta que “el brunch fue armado para una persona como yo, que gusta de comer y probar un poco de todo y mantener esa flexibilidad así que voy por esa opción”. Jorge, con mucho cariño por su oficio de barista, fue contundente en su elección: “El expreso, porque son 25 o 30 mililitros donde se descubre todo el sabor del café”.