Conmoción mundial por la muerte de Isabel II, la grande

Falleció este jueves en el Castillo de Balmoral (Escocia), entra en los libros de historia como una de las más grandes monarcas británicas, admirada y respetada por los ciudadanos, a los que ha servido con una dedicación reconocida en todo el mundo. Ha sido la monarca más longeva de la historia de la monarquía británica.

La reina Isabel II ha muerto a los 96 años, anunció este jueves el Palacio de Buckingham. El príncipe Carlos ya es el nuevo rey y permanecerá en el castillo de Balmoral junto a su esposa, la reina consorte Camila, hasta regresar mañana a Londres.

«La reina murió en paz en Balmoral en Escocia esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana», reza el comunicado difundido por Buckingham.

Isabel II gozó del reinado más longevo en la historia de su país, y uno de los más largos del mundo, tras haber celebrado este mismo año las siete décadas como monarca, su Jubileo de Platino.
Sus doctores habían anunciado esta misma mañana que había sido colocada bajo supervisión médica tras haber sufrido un deterioro de su salud, al tiempo que se mostraban «preocupados» por su estado.

A lo largo del día, los diferentes miembros de la Familia Real se trasladaron de urgencia a Balmoral para dar su último adiós a la reina.

El fallecimiento de la soberana, que ya en los últimos meses había reducido en buena medida sus apariciones públicas, pone en marcha la llamada Operación Unicornio, el plan de contingencia previsto si Isabel II moría en Escocia, para llevar el cuerpo a Londres.

Está previsto que se organice en Londres una capilla ardiente con el féretro de la reina para que los ciudadanos puedan despedirse de ella, aunque todavía no se ha informado si también se realizará previamente lo mismo en Edimburgo, la capital de Escocia, antes de ser trasladada a Londres.

La gente se reúne frente al Palacio de Buckingham en Londres este 8 de septiembre. EFE/EPA/NEIL HALL

LA GRANDE

Isabel Alejandra María, soberana del Reino Unido y de varios países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth antiguas colonias), ha sido la monarca más longeva de la historia de la monarquía británica.

Para los británicos Isabel II ha sido símbolo del tesón, profesional como pocos y con una idea bien clara de neutralidad y de «quien no gobierna».

Con su inseparable bolso en el brazo y sus trajes de colores, para que todo el mundo la pudiera ver, Isabel II se convirtió al final de su reinado en icono británico, testigo de la transformación del Reino Unido y ella misma historia viviente.

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