Desde Buenos Aires, Ingrid Grudke contó que vivió un domingo muy distinto, acompañando a su amiga Ruby al fascinante universo del cosplay. “Me voy a caracterizar y me voy a infiltrar dentro de este mágico mundo”, expresó entre risas en sus redes. La modelo eligió un personaje en negro y verde, subió su altura con tacos de 15 centímetros y se animó a interactuar con cientos de personas que se reunieron para dar vida a sus héroes y villanos favoritos.
Grudke no solo participó como espectadora, sino que homenajeó esta cultura que en octubre tendrá su máxima expresión en su próximo viaje a Japón. “Fue hermoso compartir este domingo de una manera diferente. Admiro la pasión con la que arman sus vestuarios, maquillaje y peinados”, escribió. La experiencia la dejó tan entusiasmada que promete seguir explorando este arte que combina creatividad, actuación y diseño.
El cosplay, práctica que fusiona las palabras “costume” y “play”, es más que un simple disfraz: es interpretar la esencia de un personaje. Los cosplayers se convierten en verdaderos artistas que diseñan vestuarios, crean accesorios y actúan con precisión para dar vida a los personajes de anime, cómics, videojuegos y películas. Para Ingrid, este primer acercamiento fue el inicio de un viaje cultural y personal que promete seguir inspirando a sus seguidores.