Al principio de la nueva edición de Gran Hermano, llamó la atención la presencia del misionero Axel Klekaylo. Sus primeras declaraciones se volvieron virales cuando expresó que “no le gustaba trabajar” y que tampoco estudiaba en este momento de su vida. Con esa carta de presentación, se integró al privilegiado elenco de la casa más vista en todo el país.
Lo cierto es que más allá de la gran oportunidad, Axel no tuvo muchas oportunidades para desarrollar su juego porque se fue a la segunda semana. El mano a mano no era fácil, Furia había estado en placa la semana pasada y se había comenzado a hacer fuerte. De hecho, a la tercera vez que la nominaron y no consiguieron sacarla, la casa entera desistió.
Sin embargo, el misionero fue uno de los que la famosa líder de las furiosas “se cargó”. Hoy Axel está un poco más consciente de lo que generó su paso por GH, para bien y para mal. En su entrevista con el Doce, comentó que estaba muy nervioso al entrar y no dimensionar estar adentro. Incluso, con los micrófonos no se terminaba de acostumbrar. “Estaba en un jueguito” bromeó sobre cómo se sentía, como si fuese el “GTA”.
Pero esta vez quiere dejar un recuerdo diferente, también por lo que se generó con su famoso desayuno en el utilizó 10 huevos para comer solo. Él ya contó que no fue tan así, que lo agrandaron mucho al momento para dejarlo mal parado. Por eso quiere aplicar una estrategia diferente ahora: “Voy a ser totalmente falso” anticipó. Además, promete acercarse a Furia porque admitió que “ahora la comprende”. Mirá la nota completa:
