Un halo de misterio profundo, que envolvió durante los últimos días el dato del lugar exacto. Finalmente se rompió esa incógnita, dado que Nicolás Tagliafico y Caro Calvagni celebraron su boda en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Exaltación de la Cruz.
El soñado evento se desarrolló en el mismo club de campo majestuoso en el que Ricky Montaner y Stefi Roitman llevaron a cabo su casamiento. En definitiva, el defensor de la Selección Argentina y la blonda experimentaron un episodio inolvidable, rodeados de familiares y amigos, así como de ausentes muy importantes.
Uno de los focos de la boda se centró en el acompañamiento de sus compañeros del combinado nacional, dado que solo pudieron asistir Leandro Paredes y Lautaro Martínez junto a sus esposas, teniendo en cuenta que la mayoría del plantel de Lionel Scaloni tuvo que regresar a Europa por compromisos con sus clubes.
La organización de todos los detalles, absolutamente todos, estuvo a cargo de la empresa de Claudia Villafañe. Así como se pudo divisar el soñado vestido con el que brilló Caro, que llegó desde Amsterdam especialmente y con el que maravilló a todos los invitados.
La historia mágica comenzó cerca de las siete de la tarde con una ceremonia de tinte religiosa y luego todos los presentes se trasladaron a la recepción para después disfrutar de una gama enorme de entretenimientos, como música y muchos estímulos como decoración alusiva al mundial, como un letrero luminoso que rezaba “Andá para allá bobo”, en alusión a la mítica frase de Lionel Messi.
En un momento del evento, Nico y Caro se acercaron a la puerta para dialogar con algunos medios que montaron guardia y así el futbolista contó sobre los ausentes: “Es muy íntimo, como ya saben, fue difícil para todos que venga, pero tenemos a la familia, amigos muy íntimos que nos están acompañando esta noche”.
Ante la pregunta sobre sí fue más complejo marcar al crack francés Kylian Mbappé o expresar el sí en la ceremonia, Tagliafico contestó: “Estuvieron ahí a la par. No por el sí, sino por el nerviosismo del momento de la ceremonia”.
FUENTE: Paparazzi