La escena audiovisual de la Tierra sin mal creció exponencialmente en los últimos años. Con la consagración de espacios como Oberá En Cortos, el ámbito independiente se trasladó a los marcos oficiales y se potenciaron un montón de actividades. En esa intersección, el Instituto de Artes Audiovisuales vino a marcar un antes y un después no sólo para la provincia, sino para todo el país.
Es que no existe una entidad como la que tiene Misiones y los resultados muestran una industria en pleno crecimiento, en un contexto donde el cine nacional se vio afectado. Aquí, las producciones afloran y surgen proyectos constantemente, desde documentales hasta animación. Y no sólo ese formato, también surgieron los canales de streaming y se promocionan toda clase de piezas similares.
Este gran momento requiere una profundización ya que es el momento justo para afirmar las bases. En ese sentido, Sergio Acosta defendió que además de ser un fenómeno cultural importante, también puede verse como una industria más. Por ello, estuvo en el programa El Periodista de Gustavo Añibarro, contando un poco sobre los últimos avances del IAAviM.
Allí, contó que trabajan junto al ministro de Industria Federico Fachinello para crear una nueva Cámara de la Industria Audiovisual. Antes, se reunieron con el sector privado en una mesa de trabajo para delinear las políticas necesarias. “Cambió el negocio, además del plus que tiene un lugar, nosotros tenemos técnicos formados, actores, equipamiento, incluso en el Parque Industrial tenemos la isla de color, en convenio con ellos, para poder terminar una película entera en Misiones”, destacó.
Lo que falta, según Acosta, es un incentivo a las grandes producciones para que elijan venir a filmar aquí. “Para poder inyectar recursos en la economía, dinero, hacen falta esas herramientas en las que se bonifique si se invierte cierto monto en la provincia”, fundamentó.
Los aliados están, según comentó el presidente del IAAviM, ya que el mismísimo gobernador Hugo Passalacqua se considera a sí mismo un “cinéfilo” y comprende el valor de la cultura. Además, hay un acompañamiento de las políticas públicas que tienen una consideración real de lo que significa el trabajo genuino dentro de estos ámbitos. “Como tiene un valor intangible, no se ve en una góndola, es difícil de dimensionar”, concluyó Acosta.