Primero nosotros, siempre. Esa premisa no se cambia y la demostración cabal de eso se da cada dos años, cuando las urnas tienen que hablar.
Esta semana, la cúpula de la Renovación definió y dejó trascender la fecha de las elecciones y con eso poner fin a las especulaciones. Una vez más, la fecha (7 de mayo) diferencia la discusión provincial de la nación, poniendo a consideración de la gente la gestión del Frente Renovador.
El pasado jueves (día en el que se llevó a cabo el cónclave renovador), Carlos Rovira pidió a los suyos tres aspectos a tener en cuenta durante la campaña: humildad, no confrontar, y escuchar a la gente.
De su discurso también se desprendió que en los 78 municipios estarán distribuidos unos 600 sublemas, en su gran mayoría en Posadas, la tierra en la que “Lalo” Stelatto será quien busque la reelección.
Amalgama y nuevos cuadros con shorts y ojotas
Más allá de la fecha, la Renovación terminó con otro misterio: el de la oferta electoral con Hugo Passalacqua y Lucas Romero Spinelli. La experiencia, la docencia de quien ya saboreó las mieles del poder y según el propio Rovira “la gente se quedó con ganas de más”. La amalgama la completa el empuje de la juventud, el futuro y la obsesión por la generación de empleo.
Del resto para la contienda del 7 de mayo se dejó deslizar poco, aunque por lo que se viene observando la lista a diputados provinciales (posiblemente con Oscar Herrera Ahuad a la cabeza y Rovira integrándola) podría estar conformada con referentes surgidos de distintas corrientes: jóvenes hombres y mujeres que nunca participaron en política y opositores díscolos que ahora están buscando un espacio en el partido gobernante.
Para más adelante queda la definición para la elección nacional, aunque parte del encuentro del jueves también sirvió para despejar una duda: Carlos Arce será el candidato a Senador del misionerismo.
Ya se bajó el mensaje, como mencionaba antes, lo pidió el propio conductor: escuchar a la gente. Es por eso que enero será un mes de “cierto descanso” y de campaña quirúrgica para comenzar con todo en febrero. No hay tiempo que perder.
Es por eso que el mensaje en algunas instituciones fue claro: “desde el 1 febrero todos al frente para salir a caminar”, en lo que será un especie de campaña al abrazador sol de la Tierra sin Mal, en todos los puntos.
La bajada de línea del oficialismo de cara a la campaña también tiene su aspecto interno: trabajo en equipo, evitar debates internos sobre todo dentro de los sublemas. Lo que se dice, una campaña en paz.
La diferencia está marcada una vez más. No solo priorizando la discusión de los temas propios, sino dejando en claro cuál es el rumbo para la provincia, diferenciándose de las continuas y cada vez seguidas peleas internas de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, que ni siquiera pueden reunirse para verse las caras y mucho menos conseguir consenso para elegir a sus candidatos.