Tierra sin Mal llegó hasta las Cataratas del Iguazú, donde disfrutamos del magnífico paisaje que despliegan cada uno de los saltos de la maravilla mundial.
Durante el recorrido, pudimos hablar con turistas de distintas partes del país y el mundo, que observan con asombro lo que tienen a su alrededor.
Nos encontramos con una pareja de orientales, con quienes no pudimos entablar una charla debido a que su ingles “era muy chiquito”. También una pareja de Villa Carlos Paz (Córdoba) estaba fascinada por lo que estaba observando, aunque el calor no ayudaba mucho.
También dialogamos con un matrimonio proveniente de Barcelona que estaba en uno de los descansos del circuito Garganta del Diablo. Nos contaron que están hace más de 30 años juntos y por supuesto, no solo los felicitamos, sino que les expresamos el deseo de algún momento ser tan felices como ellos.
