La jueza a cargo del caso de Elon Musk contra Twitter dio otro revés contra el magnate. Este miércoles negó su petición para retrasar el juicio que comenzará el próximo 17 de octubre. «Estoy convencida de que incluso un retraso de cuatro semanas supondría un riesgo de mayor daño para el funcionamiento de Twitter como empresa», escribió la jueza Kathaleen McCormick de la Corte de Equidad de Delaware.
El equipo legal de Musk argumentó el martes en el tribunal se debía retrasar el juicio de cinco días para poder investigar las acusaciones de que Twitter falseó la seguridad de sus datos. Aun así, y a favor del dueño de Tesla, la jueza permitió que la defensa de Musk utilice los dichos por el ex jefe de seguridad de Twitter, Peiter Zatko. El hacker conocido como «Mudge», denunció que la empresa falseó información sobre el plan de seguridad de datos que tenían.
Twitter demandó a Musk para que cumpla su acuerdo de pagar u$S44.000 millones por la compañía. El mes pasado se hicieron públicas unas denuncias que proporcionaron a Musk nueva munición para reforzar lo que, según los expertos legales, era un intento a largo plazo de abandonar el acuerdo sin pagar una cuota de rescisión de 1.000 millones de dólares.
Elon Musk sigue haciendo todo lo posible por huir de su acuerdo de compra por u$s44.000 millones por la red social Twitter. Esta vez, el también CEO de Tesla, presentó otro aviso indicando que quería cancelar su acuerdo de adquisición por las últimas denuncias de un ex directivo de la empresa.
«Debido a que estos hechos eran conocidos por Twitter y ocultados a las partes de Musk, y debido a que Twitter ha adoptado desde entonces la posición de que el ‘acuerdo de fusión’ sigue en vigor, las partes de Musk proporcionan por la presente esta notificación adicional de terminación del ‘acuerdo de fusión’», indica el documento introducido ayer por los abogados del multimillonario.
Se refieren a las recientes denuncias introducidas a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, por Peiter «Mudge» Zatko, un ex directivo de Twitter, contratado por Jack Dorsey y posteriormente cambiado por la nueva junta directiva. También envió la denuncia, de 84 páginas, al Congreso, agregando fallas de seguridad de usuarios, entre otras irregularidades. La empresa, dirigida por Parag Agrawal, respondió al aviso, asegurando que estaba basado en inconsistencias e imprecisiones y que además carecía de contexto significativo.