Tonnyc ganó el Récord Guinness y ahora va por los muros de Posadas

Ganó el récord al mural más extenso del mundo y hoy elige Posadas para trabajar, transformando el paisaje urbano de la ciudad y todo el NEA. ¿Por qué hacer muralismo? Antonio lo defiende como una forma de acceder al arte y nos cuenta su historia.
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El crecimiento de la capital de la Tierra sin mal viene acompañado de grandes obras de los artistas que habitan el territorio. El muralismo en sus diversas formas es cada vez más aceptado por los vecinos y es común ver pinturas en espacios como la Costanera o incluso, en algunos barrios por fuera del casco antiguo. Tonnyc, nombre artístico de Antonio Oliveira, vive hace muy poco en Posadas y tiene el sueño de transformar el paisaje urbano con sus obras.

Con un estilo que se acerca al hiperrealismo, mezcla técnicas de aerosol y pintura con las que logra composiciones realmente sorprendentes. Él defiende el arte urbano porque considera que es así, se vuelve accesible para todos, para que cada vecino de la ciudad pueda disfrutar, al menos unos segundos, de una buena representación mientras transita hacia el trabajo o la escuela. Desde pequeño siempre dibujó, pintó y hasta intervino su propia habitación.

Luego se mudó a Oberá para estudiar la licenciatura en artes que se encuentra en la UNaM, pero al tiempo la abandonó para continuar su camino autodidacta. Esto no quiere decir que su recorrido esté exento de un gran esfuerzo y mucho profesionalismo, al contrario, trabajó muchos años en empresas con horarios de oficina, todo para mantener a su familia y sostener sus proyectos. Pero se animó a romper la barrera del miedo y se lanzó por su verdadera pasión.

Hoy en día, trabaja junto a la Secretaría de Movilidad Urbana a cargo de Lucas Jardín, con trabajos de intervención en los barrios de la ciudad, bajo el objetivo de embellecer además de urbanizar. Pero más allá de eso, tiene una infinita lista de trabajos hechos con espacios privados, incluso tiene en agenda un importante proyecto junto a Agua de las Misiones para intervenir nada más y nada menos que el Aeropuerto Internacional de Puerto Iguazú.

El proceso va más allá de “pintar dibujitos en la pared”, sus diseños son consensuados con cada cliente y agradece cada vez que puede plasmar su propio estilo. Por lo general, sus trabajos pueden llevar entre tres días y una semana, pero aclara que “a la hora de hacer el mural, ya lo tenemos digitado”. En un principio, se contentaba con intercambiar su trabajo por materiales (pintura, aerosoles, distintas herramientas) y hoy tiene la espalda suficiente para hacer valer su trabajo y también el de sus colegas.

¿Por qué hacer muralismo? A Tonnyc le parece una de las pocas formas que hay para despertar a los jóvenes, incluso a grandes que nunca vieron algo por el estilo. “Veía la reacción de los chicos donde estamos haciendo el mural, hay una cancha de básquet y salen a andar en bici, quedan sorprendidos” cuenta con sorpresa y añade: “de cien, uno o dos voy a despertar”. También considera la importancia de que transforme el cotidiano de las personas que lo observan, aunque sea por unos cuantos segundos mientras pasa de camino al trabajo o al colegio.