Ni freak ni geek, Lorena López cuenta cómo es ser cosplayer

Una artista que se animó a unir dos universos que parecen lejanos: la cultura geek y su vocación por el modelaje. Con la premisa de no dejar de alimentar a su niña interior, ahora se dedica a comunicar lo que le gusta e inspirar a través de su trabajo.

Lorena López es modelo y estudiante de locución, tiene 28 años y según ella, tiene uno de los mejores trabajos que podría haber imaginado: a través del programa Multiplayer comparte su amor por el manga, el animé, los cómics, los videojuegos y la cultura pop mundial. Sin embargo, la llave de entrada a este nuevo perfil de comunicadora vino a través del arte del cosplay, un fenómeno cada vez más popular que le permitió encontrarse a sí misma en la piel de sus personajes de ficción preferidos.

Pero es importante entender antes: ¿qué es el cosplay? Según Lorena, “suele confundir con disfrazarse porque es verdad que una gran parte tiene que ver con eso, pero no es lo único. Se trata de que puedas ponerte en su piel, que cada acción lo represente. A veces es la forma de hablar, otras veces tiene que ver con el porte, con la mirada. Todo debe parecerse al personaje y es importante cada detalle porque la idea es que el parecido sea tal que directamente te asuste”, cuenta entre risas.

Aquí hay que destacar una diferencia: un cosplayer puede ser o no, cosmaker, es decir, quien confecciona el traje a ser utilizado en la interpretación. La tarea puede ser solitaria o contar con una producción colaborativa detrás. El cosplayer, el intérprete de un personaje, tiene el desafío de llevar su representación a escenarios y eventos para que los fans puedan apreciarlo. Ella destaca que “es bastante notorio cuando alguien lo hace de manera profesional, porque podés ir a una convención y sentir que estás frente al personaje y no al actor que lo interpreta”.

Esta práctica que hoy la une con el mismísimo hijo del presidente Alberto Fernández, tiene su origen en las convenciones de cómics que se realizan en Japón, donde los participantes solían ir caracterizados para la ocasión. “En algún punto, alguien lo llamó cosplay y empezó a replicarse. Es probable que por eso se lo asocia tanto con el mundo ‘otaku’”, explica la modelo. A partir de eventos cada vez más populares como la ComicCon, Occidente empezó a tomar con su propio estilo este arte y hoy en día hasta existen contratos de exclusividad para que un cosplayer sea siempre el actor encargado de darle piel a un personaje en particular.

Lorena piensa que la elección de un personaje “puede ser a veces muy contradictoria. No siempre se trata de verse reflejado en el papel que interpretás. Hay personas muy introvertidas dentro de este oficio, por eso muchas veces los personajes son todo lo contrario a lo que uno suele mostrar”. Muchos describen, según ella, esta profesión como un escape de la realidad: “el cosplay ayuda muchísimo a la interacción entre pares, a salir de la inhibición, hasta es terapéutico para algunos chicos”.

No obstante, al ser algo muy novedoso, Lorena entiende que hay que enfrentar muchos prejuicios: “Es gracioso porque muchas veces me dicen ‘qué loco que te animes a hacer eso’, pero yo rompí esa barrera y me encontré con que somos un montón”. Es que a su modo de ver, “todos conocen algo, por más mínimo que sea. Nosotros nos criamos con animé, nuestros padres incluso, es muy raro que alguien te diga que no conoce por lo menos Dragon Ball Z o Naruto”. Lorena cree que mucho tiene que ver “alimentar al niño interior” en el sentido de que “las cosas que te gustan en la infancia son sinceras y no creo que te dejen de gustar, por ahí lo dejamos de lado por nuestras responsabilidades”.

Y claro, Lorena lo dice por experiencia propia, ya que su infancia en Puerto Rico estuvo marcada por sus padres que la acercaron de a poco y sin sospecharlo, a este mundo que tanto la apasiona: “mi papá miraba Caballeros del Zodiaco, tengo ese recuerdo de chica. Me acuerdo que compraron la computadora, supuestamente como un regalo para mí, pero nos encantaba compartir videojuegos con él. Mi madre siempre fue muy lectora, fanática del Señor de los Anillos y las historias de fantasía. Además, es maestra jardinera, así que siempre tuvo la costumbre de actuar las voces en sus cuentos y todo eso de alguna manera generó un estímulo en mí”.

Su faceta de comunicadora surgió a partir de querer unir estos gustos y pasiones tan diversos, de hecho, marcó la carrera de locución en su lista de posibles estudios, pero terminó optando en ese momento por la farmacéutica. “También había marcado Dirección de radio y televisión, en esos cuadernos que te dan cuando estás eligiendo, es decir, siempre estuvo latente”, afirma Lorena, que no perdió de vista su objetivo y comenzó a compartir lo que hacía a través de Instagram. “Gracias a eso se me dio, porque mucha gente me preguntaba por lo que hacía y no lo encontrabas en ninguna parte, a partir de eso empecé a explicar y conectar con mis seguidores”.

La clave para Lorena fue que la información “está en internet pero hay que buscarla”, y tras años de experiencia supo construir un puente para transmitir su conocimiento. En ese sentido, aclara que Tiktok es otra de las redes donde logra un gran feedback: “una vez hicimos una columna para PopUp (programa que hoy en día se encuentra en Canal 12) en la que contaba cuáles eran los tipos de cosplay que existen y llegó a 333.3 mil reproducciones. Fue un flash y la gente no paraba de hacerme preguntas, entonces entendí que era cuestión de acercar esa información”.

También tiene una mirada muy optimista sobre el escenario actual: “veo mucho crecimiento tanto a nivel profesional en todos los ámbitos. No es lo mismo el trabajo que hace un streamer que el entrenamiento que implica ser un jugador profesional, hay muchas aristas pero también hay cada vez más fanáticos de este mundo ‘geek’”. Existe una contraparte que tiene que ver con su posición como mujer en un ámbito donde predominan los varones: “sigue habiendo diferencias, la imagen que se tiene de una chica gamer es la del streaming o que hace cosplay, en cambio la de un hombre gamer es la imagen de un jugador profesional de e-sports, es decir, todavía hay muchos prejuicios. También siento que a pesar de todo lo que tengo aprendido, siempre estoy a prueba con respecto a lo que sé o no, solamente por decir que me gustan los videojuegos”.

Para Lorena, lo más importante es inspirar a los demás, “es lo más lindo y satisfactorio, saber que llegás a otros con lo que te gusta, aunque también requiere mucha responsabilidad”. Su objetivo está claro: “quiero mostrar a la comunidad todas las herramientas que hay para hacer eso que nos gusta y que se animen, darles el empujón. Desde cursos de programación hasta técnicas de maquillaje, me parece que es una bola de nieve que va hacer crecer a la provincia, un montón”.