Mery Ann Des y una visión diferente del Cosplay

Un arte que fusiona el mundo del audiovisual con el diseño de moda, la alta costura y hasta cierta cuota de teatralidad. Mery es una de las mayores exponentes de la disciplina aquí, en la Tierra sin mal y va por más.

Mery Ann Des tiene una habilidad única para el diseño de indumentaria y su forma de expresarlo es a través del cosplay. Allí es donde explora en los detalles de sus personajes preferidos de series, mangas y animés a los que elige representar. El primer evento en el que participó fue en el año 2010 y hoy ya tiene un recorrido que le ha dado por ejemplo, el primer premio del concurso de la Tokyo Live.

Suele asistir a los eventos que se hacen en Posadas y además de poder juntarse con amigos, ha tomado la posta con las caracterizaciones: “es llevar un personaje para que los fans puedan verlo en vivo” explica. Es lo que al fin y al cabo le gusta a ella de estos espacios, se entusiasma cuando un cosplay está bien hecho y banca que tenga siempre más detalles.

Vale aclarar qué es un cosplay, se trata de disfrazarse, por así decirlo, de un personaje de ficción, tanto de una serie o una película. Esto suele tener distintos matices claro, es tan diverso como lo es la misma cultura del manga y el animé. Para eso, hay puntos claves en el traje, accesorios llamados props que hacen a la construcción del personaje, por ejemplo, el sable láser de los jedi en Star Wars.

Para Mery, es importante ver los pequeños detalles del personaje, el desafío también es, en cierta manera, trasladar una ilustración a texturas y materiales reales. Esa minuciosidad le valió ganar el primer concurso en el que participó y desde entonces está acostumbrada a pisar fuerte en la escena local. “Antes te enterabas de los eventos por afiches pegados en la calle, en A3” cuenta.

Internet, según ella, tuvo mucho que ver en que hiciera explosión esta cultura, con el fanatismo por Naruto y otros destacados de ese momento. Actualmente, muchos blogs en internet muestran que el cosplay ha influido en el vestir cotidiano, incluso. Para Mery, animarse no es sólo querer caracterizar un personaje, también se trata de conseguir los materiales, hablar con modistas, analizar cómo se va a confeccionar cada parte y mucho más.

El criterio para elegir los personajes también dicta su estilo, para ella los más simples son los más difíciles de interpretar. “Los cosplays más sencillos requieren de más calidad” explica, y a estas alturas, ya se ha vuelto una profesional, con horas de trabajo y una gran inversión. Mery admite que disfruta de darle el gusto a otro fan de conectar a través de ese amor por un personaje, que por unos segundos lo tenga frente a él y puedan interactuar.