Mariano Mielniczuk va a dejar de apostar cosas a partir del día de la fecha y es que su afán por la competencia no le ha dado buenos resultados. Es que se juntaron el hambre y las ganas de comer, porque con la productora Lulú Reichert no están dispuestos a dar el brazo a torcer y lo que empezó como un simple partido de paddle, pasó a ser asunto de familia.
Ambos son apasionados por el deporte y tienen un particular gusto por este en particular, pero las ganas de jugar siempre son más estimulantes cuando hay algo por lo que apostar. Así lo definieron ellos y Mariano empezó a dudar de la confianza que se tiene la productora.
A propósito de la charla, el conductor contó que su madre es muy buena jugando pero que él no está dispuesto a jugar con ella. A Lulú le calzó perfecto el guante y empezó a insinuar que ella estaría dispuesta, incluso se interesó por la idea y mucho más.
Y así sin escalas, la cosa de desmadró y a Mariano lo terminó sobrepasando: «me joden mis amigos, lo único que falta es que me jodas vos también». Hasta ahí parecía haber llegado todo pero no, porque su compañera le contestó: «y eso que ellos te joden». Antes de que todo se fuera de control, la productora aprovechó para retirarse, eso sí, antes le dijo: «un saludo a tu mamá». ¿Se picará el partido de paddle?