Desde que anunció su visita a nuestro país, el reconocido científico se siente un argentino más, llevando la camiseta número 10 de la selección campeona del mundo a todos lados y mostrándola a sus más de 2,4 millones de seguidores en Instagram.
Ya instalado en Puerto Iguazú, descansó en el glamping Cuenca del Plata, donde vio el partido de Boca y Fluminense por la final de la Copa Libertadores y hasta jugó con eso de “mufar” al equipo argentino, teniendo en cuenta el resultado del partido y sus teorías científicas sobre la superstición.
Luego cumplió su máximo deseo, visitar las cataratas y vivir la experiencia lo más cercano posible. También lo hizo desde el lado brasilero donde dejó en claro que lo mejor que tiene visitarlo es la vista del lado argentino.