La Casa del Streaming puso todo patas para arriba a fines del año pasado cuando, de manera sorpresiva, irrumpió en la escena Dólar Blue. Este programa vino a deshacer la idea de que a los jóvenes no les gusta hablar de política y se ve reflejado en cada una de sus emisiones. Para semejante propuesta, la producción armó un “gabinete” con representantes de distintos pensamientos e ideas, entre los que destaca la comunicadora Micaela Pismeny.
Con un camino muy diferente al de sus compañeros Leandro Horrisberger o Agustín Paredes, ella encontró en la carrera de Comunicación Social un espacio de desarrollo personal y profesional que hoy parece muy difícil de englobar (pero vamos a intentar hacerlo). Estudió en La Plata, donde encontró su pasión por la militancia estudiantil, que junto con los estudios se volvieron parte de su cotidianidad.
Cuenta que en Apóstoles, lugar donde nació, tuvo un primer acercamiento cuando hizo un programa de radio escolar. Esto trascendió a la mera necesidad curricular para pasar a ser un proyecto concreto que se transmitía por un dial del mismo colegio. Pero este es apenas un primer paso: tiempo después, se dedicó a realizar comunicación institucional, política, incluso publicidad.
La versatilidad de la carrera está más que clara, sobre todo en estos tiempos donde los medios se expandieron y son una de las principales interacciones que tiene la sociedad para generar nuevas comunidades. Sin embargo, fue recién luego de la pandemia durante el 2020 que empezó a involucrarse en el rubro. Actualmente, es conductora de Canal 4 donde comenzó participando de una columna política con Guido Encina, quien la invitó también a tener su propio programa en Aldiome.
El humor como lenguaje universal
Micaela acompaña su oficio con mucho humor, le sale de forma espontánea durante los debates en la Casa del Streaming y suele tentar a menudo a sus compañeros con las ocurrencias que tiene. Esto no es casual, su tesis de grado estuvo dedicada a los memes y su función social en nuestra contemporaneidad. Junto a su amiga Camila Acevedo, una influencer conocida por su alter ego “Neneca”, compartieron un proyecto llamado “Adiviná quién está caliente”.
Esta página de memes aborda una estrategia de comunicación sobre contenidos ambientalistas a partir del humor. Es curioso pensar cómo coexiste en una página de Instagram cada elemento, desde la lógica misma de la red social hasta la capacidad de síntesis para no sólo hacer chistes, sino generar otro tipo de conciencia sobre el tema. En ese sentido, Micaela considera que las redes son neurálgicas a la hora de formar opinión pública e incluso, reconoce que fue fundamental para que se dieran los resultados de las últimas elecciones a nivel nacional.
Es que para ella, es una “falacia, como dice Milei” que los jóvenes no estén interesados en política. Al contrario, enfatiza en que ese sector de la sociedad es el que pone el cuerpo a la hora de militar y salir a las calles, desde la ideología que sea. Un poco por ello, fue que se sintió interpelada por la oportunidad de formar parte de Dólar Blue. Le parecía interesante la posibilidad de tener un espacio de discusión, con miradas diversas, sobre los temas que están en boga actualmente.
La génesis de Dólar Blue
Pismeny confesó que no conocía a ninguno de sus compañeros en la previa al primer programa y eso, lejos de intimidarla, le generó mucho entusiasmo. “Al principio, como todo trabajo nuevo, no tenés dimensión de lo que va a pasar pero me pareció una oportunidad tremenda” cuenta. Y no es para menos, en apenas dos meses de existencia, tuvieron invitados de la talla de Juan Grabois, Miguel Boggiano, Carlos Maslatón, Pollo Sobrero, como también la participación de figuras políticas locales de diversos tintes políticos, como Micaela Gacek o María Eva Jiménez.
“Hablar con gente tan grosa te abre la cabeza porque no vas a estar de acuerdo con todo, pero creo que se viene un año con mucha expectativa y eso se traslada a los medios” conceptualiza. Con nombres tan rutilantes como los que ya pasaron por el debate de Dólar Blue, Micaela no se achica y sueña con poder entrevistar a la ex presidenta Cristina Fernández. “Más allá de que estés a favor o en contra, me parece innegable que es una figura que trascendió mucho, es una mujer que llegó a ser presidenta” cuenta con énfasis, y admite que hasta el día de hoy representa y moviliza a través de su gran capacidad de lectura política.
Su idea de éxito es muy diferente a las opiniones que podamos encontrar en el común de las personas. Micaela se atreve a cuestionar que esté vinculado a lo económico y el “llegar a tal lugar, posicionarse” le resulta banal. “El éxito sería para mí, ver que mi familia y mis amigos estén bien, va más allá de una cuestión individual” dice con mucho aplomo. Defiende la noción de lo colectivo, frente a una sociedad que pondera el valerse por uno mismo: “sí o sí, los procesos son colectivos”. Desde lo personal, confiesa que mientras tenga la posibilidad de aportar su mirada en cada proyecto laboral, es suficiente para estar bien. Aún así, enfatiza: “sólo se puede ser feliz si todos estamos bien”.
