El objetivo del concierto es lograr plasmar a través de la música, la filosofía que predominaba en la época: el iluminismo. Nos remontamos a un período de desarrollo cultural en Europa durante el siglo XVIII, con un fuerte énfasis en la razón, la libertad y la tolerancia. Los pensadores iluministas creían en la capacidad de la razón humana para descubrir la verdad y mejorar la vida de las personas a través del conocimiento.
“Se dejó atrás el dogma religioso y comenzó a entenderse la realidad que rodea al ser humano con el ideal de crear un mundo mejor”, contextualizó el director. Asimismo, “el hincapié está puesto en la idea de proporción, equilibrio y templanza en movimiento que se reflejan en las obras”, agregó.
Sobre las obras
Sinfonía Nº 1 en Do mayor, Op. 21, es la primera sinfonía del compositor alemán Ludwig van Beethoven. Fue escrita entre 1799 y 1800, y se estrenó en Viena en 1800. La Sinfonía Nº 1 de Beethoven fue una obra innovadora en su época, con un estilo que combinaba elementos del clasicismo vienés con el romanticismo emergente. Consta de cuatro movimientos: Adagio molto – Allegro con brio, Andante cantabile con moto, Menuetto y Adagio – Allegro molto e vivace. Sigue siendo una obra popular en la música clásica y se interpreta con frecuencia en conciertos y grabaciones.
Pequeña Serenata Nocturna es una de las obras más populares de Wolfgang Amadeus Mozart. Fue escrita para una pequeña orquesta de cuerdas y estrenada en Viena durante el verano de 1787. La obra consta de cuatro movimientos: Allegro, Romanze (Andante), Menuetto (Allegretto) y Rondó (Allegro). Se ha utilizado en numerosas ocasiones en películas, programas de televisión y otros medios. Se la considera una de las obras maestras de Mozart y una de las composiciones más famosas de la música clásica por ser alegre y vivaz