Beyonce rompió su contrato con Adidas

Ivy Park, la casa de diseño que posee la popular cantante estadounidense, cortó su relación con la marca de las tres tiras, de común acuerdo, por las bajas ventas de su línea de indumentaria. ¿Cuál será la nueva apuesta de la firma alemana que acaba de cortar también con Kanye West?

Los principales gigantes de la indumentaria como Nike o Adidas se disputan constantemente nuestros placares, ya sean originales o réplicas, la batalla es cultural y desde Jordan que la estrategia apunta a las grandes figuras mundiales. Y mientras a la marca alemana de las tres rayas le está yendo de lo más bien con Bad Bunny (que acaba de sacar un nuevo modelo al mismo tiempo que un feat con Gorillaz), no pasa lo mismo con Ivy PArk y Beyonce, con quienes las últimas colaboraciones han dado pocos resultados en ventas.

Por eso es que después de cinco años de unión y tras grandes diferencias creativas entre ambos, Adidas y Beyoncé han decidido, de mutuo acuerdo, romper el contrato y separar sus caminos, tal y como ha informado en exclusiva The Hollywood Reporter. La ganadora de 32 premios Grammy quiere, de cualquier manera, relanzar la marca y mantener su libertad creativa, que parece que perdió durante sus años de unión.

Ivy Park ingresó el año pasado solo 40 millones de dólares (unos 37 millones de euros), según datos del diario económico The Wall Street Journal, unas cifras muy lejanas a lo que esperaba Adidas y que le estaban suponiendo pérdidas, ya que “aproximadamente la mitad de la mercancía que se produjo no se vendió”, afirma este medio. Para este ejercicio actual, la empresa habría previsto que esas cifras fueran de unos 335 millones de dólares.

El contrato terminará a finales de año, a pesar de que lanzó en enero su última colección, que contó con piezas con colores llamativos, brillantes y de camuflaje para niños, hombres y mujeres. Con más de 300 millones de seguidores en su perfil de Instagram, esta vez y de forma excepcional la cantante y empresaria no ha subido a sus redes ninguna imagen de esta última colección.

Aunque en el caso de Beyoncé su marcha se debe a los malos resultados de sus colecciones, hace apenas cinco meses la compañía tuvo que hacer frente a la salida obligada de Kanye West. Adidas cortó tajantemente el contrato después de los comentarios racistas y antisemitas que el famoso rapero pronunció en público y en sus redes sociales el pasado mes de octubre. Yeezy, la colaboración que tenían en común, pasó de ser el motor del crecimiento y de ingresos de la marca a ser un quebradero de cabeza.

Yeezy era la línea más rentable de Adidas, a pesar de sus elevados precios. Los productos rondaban entre los 200 y los 400 euros, y se vendían sin necesidad de rebajas. La empresa calcula que podría perder hasta 700 millones de dólares si no consigue dar salida al stock acumulado de la colaboración. A pesar del rechazo inicial y de la retirada inmediata de su colección por parte de la compañía, esa cancelación inicial parece estar cayendo en el olvido. En los mercados de segunda mano, los precios de la colección se han disparado, llegando a pagarse hasta 600 euros por un par de zapatillas.