RIÑA DE GALLITOS Y REVOLUCIÓN

Por Fernando Oz

Las cosas son así, amigo y debemos aceptarlas. Hay que retirarse a tiempo, hazlo ahora que puedes hacerlo y agradece que la vida no te encuentra parado en cualquier esquina de las calles parisinas de fines del siglo XVIII porque tu cabeza ya habría rodado. Eres un hombre culto, deja de ver el árbol, sube a la montaña, y verás que lo que hay es una revolución.

No te pongas mal, hay que aceptar que no hay revoluciones sin guillotinas. Algunas son más filosas que otras, pero siempre ha sido así. Recuerda que la Iluminación fue tan divina como terrible y que lo que vino después fue una verdadera faena que duró años, una purga social e histórica, un recambio generacional.

Que no te hagan enojar. Si el enojo no viene de un análisis crítico, de un debate intelectual, de un razonamiento organizado, sistemático y eficaz, no sirve de nada.

No seas estúpido, tenemos más de tres mil años de memoria, no tienes más que ver qué ha pasado. Te pondré otro ejemplo, la revolución industrial se ha llevado puesta a más de una generación. La revolución francesa pasó a degüello a dos generaciones. Todo está allí, en la biblioteca, en los museos, hasta en Wikipedia. Son las reglas, amigo. Reglas universales, no neguemos las realidades.

¿Sabes qué pasa? Sucede que los tiempos son otros, todo es más vertiginoso, tan rápido como el 5G. Estás en 3G, hasta aquí hemos llegado amigo. No seas dramático hombre, los imperios caen, siempre ha sido así, y hay factores, cataclismos o lo que fuese, que suelen acelerar el asunto. No sé si lo que vendrá será para bien o para mal, pero quiero verlo. 

Hay que correrse para que pasen ellos. Siempre ha sido así. Que los jóvenes se larguen a competir porque creen en algo, es maravilloso. Lo que sucede en nuestra querida Tierra Sin Mal, con todos esos bisoños de la política haciendo de las suyas, es parte de un proceso históricamente lógico. Cruza las fronteras y verás que ocurre lo mismo en todos lados, hay una nueva generación que, sin pedir pista ni decir agua va, avanza a la velocidad del 5G y vos ni siquiera has cambiado tu viejo celular.

La fuerza de ellos es legítima, el problema es cuando los demagogos ocupan esos espacios y el discurso retórico suplanta al racional. Prefiero a esos chicos que, con sus ilusiones y sus ideas a cuesta, avanzan a fuerza de codazos; que se equivocan y aprenden de sus errores. Lo que vendrá es una riña de gallos.

Por estos días todos hablan del pelotón de Boy Scouts que desertaron del radicalismo y se enrolaron en la renovación. La verdad, querido amigo, no sé de qué carajos se sorprenden con ese asunto, lo cuentan como si se tratara de un fenómeno espontáneo.  

Es muy sencillo, está clarísimo. Carlos Rovira les está dando un motivo, un orgullo, una razón, un mecanismo vertebrador. Justamente lo que no hizo ningún otro político en la provincia. Amigo, dejemos de hablar con eufemismos. Digo Carlos Rovira porque fue él quien lo hizo y no la Renovación. Y ese mecanismo vertebrador se llama misionerismo.

Les está dando un discurso motivador, ilusiones, causas por lo cual luchar, solidaridades, les está dando un material útil y que germina. Vaya si será revolucionario, está creando generaciones realmente independentistas. El ingeniero lo volvió a hacer, entendió que el mundo viene atravesando un cambio de era.

Todo esto me recuerda a lo de Cartago y Roma. Tanto ellos como aquellos eran demasiados gallos, todos en un sólo corral, y aquello sólo podía acabar de mala manera. De todas formas, el proceso fue largo, creo que duró un siglo y poco más. De hecho, fue el conflicto armado más largo del mundo antiguo, pero fue lo que marcó el futuro de Europa. No sé si captas el paralelismo, claro, salvando las distancias.

Lo digo en términos generales, no sólo en la Tierra Sin Mal, estamos en las puertas de un mundo distinto. Bien sabes que no soy muy optimista al respecto, pero hará que ver.

Espero que ellos puedan erradicar los ignorantes con poder. La única salida amigo, como siempre te lo he dicho, es educar niños para tener mejores políticos. Hay que exigir que los eduquen, todo el problema del país se llama educación. Ya lo sabes, el político no es otra cosa más que el fruto de nuestra sociedad. Son la representación de nuestra propia construcción.

Habrá que crear una generación nueva de niños y niñas educados de otra manera, que recuerden y tengan presente que el desastre siempre estará ahí, de que el mundo es un lugar peligroso.

Tenemos que generar ciudadanos críticos, porque si los educamos con esa actitud crítica vamos a estar dotándolos de mecanismos de defensa para que puedan pelear y eso puede cambiar el mundo. Siempre hay aventuras por correr, siempre hay un justo en Sodoma, héroes solitarios por los que vale la pena seguir corriendo el riesgo.

Amigo, aprendamos a ser más estoicos ante las cosas, aprendamos a envejecer con dignidad. Las batallas son de ellos, nosotros estaremos en el último escudo de seguridad de la retaguardia, reservando fuerzas, el último aliento, listos por si algo sale mal.

Veo todo esto con mucho interés, todavía quiero aprender del ser humano; en esos jóvenes veo el futuro. Amigo, nuestra experiencia vale para ver el presente y comprender el futuro. Es algo maravilloso. Pero ojo, hay mucho más. Presta atención y verás que hay una revolución mucho más grande.