Presupuesto 2023: La oposición marcó las cuentas pendientes

Por unanimidad, la Cámara de Representantes aprobó el presupuesto 2023, marcado por la prioridad en el gasto social. Pese a la adhesión de todos los bloques, hubo críticas por la incorporación de funcionarios al Estado, la falta de recursos humanos en la Salud y la situación estructural del sector educativo.

Este jueves, la Cámara de Diputados de la provincia aprobó por unanimidad el presupuesto para el ejercicio 2023, el cual tiene un monto total asignado de 608.999.965.000 de pesos, lo que se dividirá en la Administración Central y los organismos descentralizados. El 67% de este cálculo de gastos va dirigido al área social, con prioridad en la salud y la educación.

Durante el debate, del lado del oficialismo, el presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto Lucas Romero Spinelli, explicó el contenido del mismo y realizó un recorrido por las áreas de Misiones y las iniciativas que se esperan concretar el año que viene, ponderando la generación de energía alternativa, la apuesta a la economía del conocimiento, la generación de trabajo, sostenimiento de la producción y la inversión social.

“Tenemos una provincia responsable al margen de la famosa grieta que tan mal le hace a la ciudadanía”, dijo, y recordó que a nivel nacional no se logró aprobar el presupuesto para este año, por lo que “no pudimos contar con el presupuesto que estimaba beneficios para nuestra provincia, como obras, la zona aduanera especial, entre otros”.

Luego, con tiro por elevación para la oposición, Spinelli dijo que los diputados misioneristas insistirán en los reclamos, “esperamos que se pueda tratar y aprobar, contando con apoyo de diputados nacionales por Misiones de todos los espacios”. Asimismo, resaltó que cuando se proyectó en junio el presupuesto, “las pautas macroeconómicas fiscales variaron en 10 puntos más de inflación y un punto menos de crecimiento económico, por lo que se necesitó realizar un incremento”.

Desde la oposición, el diputado radical Ariel “Pepe” Pianesi, adelantó su voto positivo al proyecto en general, pero marcó sus disidencias al capítulo 2, no coincidiendo en otorgar incrementos de directores en organismos como el IFAI, Iprodha y Vialidad, “debemos promover disminución de cantidad de personas”, señaló.

Por otra parte, el legislador de Juntos por el Cambio destacó el modelo misionerista, reflejando las cosas buenas que se hicieron, pero remarcó algunas cuestiones pendientes, “no visualizamos modificaciones que creemos estructurales, como en materia impositiva. Seguimos convencidos de que tenemos un sistema que atenta contra la inversión privada. Creemos que hace falta un baño de humildad y escuchar un poco más a la oposición”, planteó.

En tanto, la diputada del PRO Roxana Velázquez Larraburu se metió de lleno en el sistema sanitario. Allí afirmó que “es verdad que tenemos un sistema de salud fuerte, pero carente de recursos humanos, especialistas y con falta de equipamiento. La política consiste en promover la formación de profesionales, pero precisa de mejoras en condiciones económicas”, adujo.

En esa sintonía, Mikaela González Coria (PRO – JXC) criticó el número de ministerios y sostuvo “son demasiados”, además de que dijo que “el presupuesto no es un cheque en blanco para el gobierno”.

El legislador Santiago Mansilla, del bloque Peronismo para la Victoria, aseveró: “Hemos trabajado con mucha responsabilidad en este presupuesto, es la herramienta y plan de gobierno del Ejecutivo. Vemos con buenos ojos incrementos en áreas que venimos trabajando con proyectos educativos, bienestar social”. No obstante, insistió en la necesidad de prestar atención a la cuestión estructural de las escuelas.

En cuanto al diputado Martín Sereno, de Tierra, Techo y Trabajo, criticó al interbloque de Juntos por el Cambio que “hablan de bajar impuestos, achicar ministerios, pero también piden más salud y educación. No sé qué calculadora usan. Acompañamos el presupuesto porque va a permitir exigirle al gobierno que dé respuestas políticas”.