Los Voladores: la primera novela de Santiago Morales

A través de un trabajo de más de 10 años lograron este resultado que oscila entre la narrativa y el ensayo, junto con la consigna de traer a la contemporaneidad la premisa de Moby Dick. Quién es el autor y cómo se vincula con el oficio de la escritura, datos claves para entender la calidad de esta nueva publicación.

Cabe aclarar antes de empezar a contar esto que cuando nos reunimos en Tras los Pasos con Santiago para conversar sobre su flamante publicación, la novela Los Voladores, me aclaró que fueron los editores quienes consideraron que se trataba de dicho género narrativo. Santiago Morales es un entusiasta de la palabra que con un estilo silencioso, sabe hacer mucho ruido a la hora de escribir.

No quisiera caer en hablar sobre mi propia experiencia, pero la verdad es que lo conocí cuando trabajé como jurado para la Secretaría de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Posadas. En ese entonces, Benito Del Puerto había impulsado un concurso por los 150 años de la ciudad, y la consigna era escribir un poema que pudiera contener la mística de esa celebración. Al principio acepté con gusto, emocionado por ser considerado para una cosa de semejante envergadura pero al poco tiempo se volvió una tarea tediosa.

Entre los más de cien poemas que nos enviaron, uno se alzó por encima de los demás y si bien estaban presentados con pseudónimos, pronto supimos que se trataba de Santiago Morales. Mi compañero Osvaldo Mazal, que también estaba de jurado y posee tanto trayectoria como una habilidad de lectura extraordinaria, coincidió en que era lo más pertinente darle el primer premio. Así, tras un debate con él y la crítica literaria Evelyn Rucker, resultó ganador absoluto. Desde entonces me interesó conocer un poco más de este curioso participante.

Al contactarlo, me comentó que lo poco que tenía publicado se encontraba en un portal digital llamado Misiones Plural pero no era tan así, en realidad. Leyendo un poco la contratapa de su nueva novela publicada por la Editorial Contexto de Resistencia, Chaco, me encontré con que había tenido alguna experiencia antes con EDUNAM, la editorial universitaria local. También ganó una beca del FNA y alguna cosa más que cualquier podría leer también al llegar a su libro. De todos modos, no me parecía suficiente, algo de su calidad y criterio parecían como salidos de la nada y uno puede sospechar de inmediato que no es así.

En este intento de abordaje sobre su pasado, sobre la razón de su gusto por lo literario, me contó apenas que se acercó a la escritura por leer mucho. “No sé muy bien qué es escribir” expresa dubitativo pero considera que le permite salir de sí mismo y experimentar “una total libertad”. Tampoco se ve a sí mismo como un poeta, aunque sea la primera vez que se lanza a este tipo de narrativa y haya abordado más veces los versos, en todo caso, hay una especie de impulso lúdico en indagar y continuar ejercitando.

Sobre el principio de esta curiosidad, dice que en su infancia no sentía fascinación pero sí una gran obsesión por entender lo que estaba leyendo. “Volví a leer de grande Alicia en el País de las Maravillas y me sorprendió mucho más, no creo que haya sido capaz de entender eso a los 6 o 7 años” aclara.

Con su nueva experiencia con Los Voladores ha culminado un proceso de 10 años escribiendo el mismo proyecto y confiesa que no lo volvería a hacer. En todo caso, le gustaría encontrar un sistema como lo ha logrado Cesar Ayra, “que no corrige, dice que se sienta en un café a escribir y si tiene que solucionar algo de lo que ya escribió, lo incluye en el mismo proceso”, según cuenta. También quise preguntarle sobre cómo era la sinopsis de su libro y me dijo entre risas que podía leer la contratapa: “el libro no se explica, se trata de leerlo y que se explique sólo”.

Más allá de la humorada, consideró que podía hablar de sus intenciones, de lo que quiso hacer con el libro. “Yo quería hacer el Moby Dick de las aves” cuenta, pero sumada a esa intención también apareció el estilo de Enrique Vila-Matas y su obra Bartleby y Cia, que le mostraron un camino posible entre el ensayo y la novela. Así fue como conjugó el mecanismo con la intención para dar a luz esta obra que pronto estará disponible en nuestra en la tierra sin mal. De todos modos, aclara que más que hablar, prefiere escribir y encontrar allí su forma de vincularse: “uno escribe para conectarse con los otros, es un trabajo tan solitario que publicar es mi forma de estar vinculado”.