Las contradicciones de Ramón Puerta y Martín Arjol

El legislador nacional de Juntos por el Cambio y el exgobernador tienen más coincidencias de lo que se piensa. Arjol prioriza su agenda porteña y la de sus socios correntinos. Por su parte, Ramón Puerta opera contra los intereses de la persona menos pensada.

Decir una cosa y hacer todo lo contrario, faltar a la palabra y en todo caso fallar a sus votantes. Pese a la diferencia de edad que los separa y a sus orígenes partidarios, el exgobernador Ramón Puerta y el diputado nacional Martín Arjol tienen más aspectos en común de lo que uno cree.

En el caso del legislador de Juntos por el Cambio, por segundo año consecutivo optó por estar ausente la elección de autoridades de la Cámara de Representantes de la provincia. Esta actitud evidencia el poco apego de Arjol por los temas institucionales, aunque su discurso (y el de todo Juntos por el Cambio) exprese lo opuesto.

A quienes son cercanos al exconcejal posadeño no les extrañó su ausencia el 10 de diciembre, teniendo en cuenta dos cuestiones: la primera tiene que ver con que su agenda está prácticamente ocupada con cuestiones que pasan en Buenos Aires y lejos de gestiones que puedan beneficiar a la provincia, la restante está directamente relacionada a la provincia de Corrientes, donde sus acciones políticas coinciden con los intereses del gobernador correntino, el radical Gustavo Valdés.

Nuestra memoria dice que tanto Arjol como el bloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio no votaron la Zona Aduanera Especial la primera vez que se presentó el proyecto. Evidenciando que para ellos el juego político es más importante que el interés de los misioneros.

Valdés es el impulsor de la campaña de Arjol en Misiones.

El caso de Ramón Puerta es mucho más sensible. No solo por el hecho de su trayectoria política (hoy ya no es una opción para los misioneros), si no por las consecuencias que esto podría llegar a tener en el corto plazo.

En la actualidad, Pedro, su hijo es una de las jóvenes promesas políticas de la Tierra Sin Mal. Si bien siempre salió bien parado cada vez que se le preguntó por el peso del apellido y la imagen que tiene entre los habitantes de la provincia, él es consciente que eso tarde o temprano puede convertirse en una mochila algo pesada, pero el futuro de cualquier hijo no debería verse empañada con las acciones de cualquier padre.

Volvamos a Ramón y su contradicción más grande. Sabido es que durante toda su vida fue crítico de cuanto personaje del radicalismo surgió, inclusive, es histórica su rivalidad con el exgobernador Ricardo “Cacho” Barrios Arrechea. Al parecer hoy, el exembajador cambió de opinión con un solo objetivo: tirar abajo la prometedora carrera política del carismático Pedro.

Quienes frecuentan Iporá y prefieren resguardar su identidad, advierten que las actitudes políticas de quien por dos días fue Presidente de la Nación para con su hijo, son propias de un “egocéntrico que no puede tolerar que Pedro tenga vuelo propio. Solo él tiene que ser identificado con ese apellido de la política”.

Más de una vez advirtió puertas adentro que su hijo todavía está “verde” para la alta política, aunque esta vez no le impidió hacerse de socios radicales dentro de Juntos por el Cambio. Como dice el refrán: “el zorro pierde el pelo, pero no las mañas”.  

Ramón, siempre un paso adelante de Pedro