Larica, Antojos Artesanales hechos con amor por Macarena Navarro

De hacer postres sanos para sus hijos a ser parte del menú de un montón de emprendimientos en Posadas. Esta pastelería es famosa por sus deliciosos alfajores y Maca nos cuenta cómo empezó todo.

Macarena Navarro viene de una familia de artistas y la cocina nunca estuvo en sus planes hasta hace muy poco tiempo. Alguna vez le dijeron que no era lo suyo y esa idea permaneció un tiempo en su mente hasta que un montón de astros se alinearon para que aparezca un proyecto transformador en su vida: Larica, Antojos Artesanales. Si festejaste un cumpleaños en Salvaje o comiste un budín en La Pana, es probable que hayas disfrutado de uno de sus postres.

Esta pastelería surgió de la simple idea de hacer alfajores caseros, Macarena es madre de Donatto y Caetano, y comparten el gusto por este exquisito bocado argentino. En épocas de dedicarse intensamente a su maternidad, comenzó a probar recetas para poder hacer comidas más sanas para sus hijos. Su propia “obsesión” por mejorarlos cada vez más, dio lugar a una nueva exploración.

Luego invitó a probar a sus amigos y de inmediato le sugirieron que la calidad daba para promocionar y vender. En principio, las ferias fueron el primer lugar para poner a prueba. Desde siempre y hasta el día de hoy, se maneja por pedidos pero no hubo muchas escalas hasta manejar un gran volúmen de producción. “Pasé de hacer 20 alfajores a hacer 300 por semana” cuenta sobre cómo creció todo tan rápido.

El primer hito para ella fue ir a comprar dulce de leche y harina en cantidad, el nombre apareció sobre la marcha también. Larica era una linda palabra, significa “bajón” en portugués (a buen entendedor, pocas palabras) y se consolidó como su marca. Además, iba con la idea de disfrutar algo rico y hecho con amor, un antojo de los buenos.

Al tiempo, comenzó a trabajar con otros emprendimientos de la ciudad: CBP Cafetería, Salvaje, Warhol, La Pana, Darshana, son algunos de los espacios que trabajan en colaboración. Es que desde los alfajores aparecieron las ganas de experimentar con otras facetas de la cocina y toda su experiencia de vida le sirvió un montón. Haber crecido con una madre artista le permitió tomar el espacio de una torta “como un lienzo” y usar toda su creatividad al servicio de la decoración.

Hace tiempo que este proyecto además, es su principal fuente de sustento y una forma de estar en la comunidad. Junto a otros emprendedores organiza el Brilla Sarita, un evento gastronómico que movilizó a miles de posadeños en su última edición. Su pareja se dedica a la música pero también colabora activamente con el desarrollo de Larica y aprendió todos los secretos, cuenta con humor Macarena.

Para ella, el éxito personal es “haber encontrado lo que me apasiona” y tener el “privilegio” de poder vivir de eso, con todo el esfuerzo que eso implicó. Sobre su satisfacción a nivel profesional, considera que es un enorme avance tener su cocina y todas las herramientas para trabajar cómoda. La expansión parece ser algo natural, orgánico y seguirá hasta quizás tener un local propio. Para Macarena, el límite no está definido todavía.