La oposición defendió la industria maderera

Ocurrió tras las declaraciones del presidente Alberto Fernández en torno a las casas de madera. El sector se caracteriza por ser una importante fuente de ingresos para la provincia y el país. Mitos y verdades en torno al material de construcción que promete dar pelea contra el cambio climático.

El presidente Alberto Fernández participó el miércoles de la inauguración del Mercado Lomas en provincia de Buenos Aires, y en un momento de su discurso al relatar el reclamo de un productor que trabaja la tierra y se dedica a la producción orgánica deslizó una frase que fue considerada “desafortunada” para la industria de la madera. “Me dice (Nahuel) que cuida la tierra, pero que aún no tiene su propia tierra, que quiere vivir dignamente y no en una casa de madera. Y tiene razón”, afirmó el mandatario.

El mensaje resultó inmediatamente cuestionado por el diputado nacional por Juntos por el Cambio Alfredo Schiavoni quien presentó un proyecto en repudio de esa afirmación: “Demuestra una vez más lo poco preparado que está, cuestión a la que nos tiene acostumbrados lamentablemente”, expresó a través de su cuenta de Twitter.

En ese contexto desplegó un hilo que también fue compartido por su par Martín Arjol, en el que consideró: “La vivienda industrializada de madera es utilizada en todo el mundo. Además de ser creadora de empleos de calidad, genera benéficos resultados en materia de lucha contra el cambio climático, al reducir significativamente la huella de carbono de la industria de la construcción”.

Seguidamente, agregó: “Es considerada el material del futuro, ya que es sostenible, regenerable y tiene un índice de eficiencia energética mejor que el ladrillo y el hormigón. Permite morigerar los gravísimos problemas de contaminación que genera la actividad”.

Y recordó que a través de la mesa de competitividad del sector foresto-industrial, se trabajó en:

  • La remoción de los obstáculos que impedían el efectivo desarrollo del sector
  • Exceptuar la obligatoriedad de presentar costosos certificados de aptitud técnica (CAT) para los sistemas constructivos reconocidos
  • Revisar la condición de inmueble por accesión a las viviendas industrializadas definidas en el código civil, permitiendo hipotecar una vivienda industrializada en las mismas condiciones que una de mampostería tradicional, a los efectos de garantizar un crédito.
  • Impulsar un porcentaje mínimo del 10 % de las viviendas sociales financiadas por el estado a través del FoNaVi para que sean construidas en madera.

Un país mejor necesita de más conocimiento y de menos prejuicios originados en la ignorancia”, remató Schiavoni.

Lo que está pasando

Actualmente los países más desarrollados del mundo construyen edificios y rascacielos en madera, además de hogares, hoteles, puentes y todo tipo de obras. Argentina tiene actualmente un patrimonio de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, un 55% de ellas certificadas con sellos por gestión sostenible reconocidos internacionalmente.

De esta manera, la foresto-industria nacional se provee en un 95% de madera proveniente de dichas plantaciones. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel, madera y tableros para viviendas y muebles, energía eléctrica y térmica, y diversos productos químicos logrados mediante el esfuerzo de 13.000 productores forestales y más de 6.000 empresas. Este sector, también emplea en forma directa y formalmente a más de 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales, según datos publicados por el sitio Argentina Forestal.

Otras repercusiones

Desde Cámara Argentina de la Madera y Afines elaboraron un documento para desmitificar tres prejuicios instalados en la sociedad sobre las casas de madera relacionados al fuego, los hongos y la resistencia a los sismos. Lo hizo refutando con estudios de investigación que llevan a este material al primer puesto en construcción del futuro por estar alineado al desarrollo de tecnologías, componentes sostenibles y la creciente concientización sobre la necesidad de reducir la huella de carbono.

También se pronunciaron la Confederación Económica de Misiones (CEM) – que nuclea a la AMAYADAP y APICOFOM-  y la Federación Económica de Corrientes (FEC): “Queremos aceptar el reto de tomar la frase que expusiera el titular del Ejecutivo nacional, tal vez inadecuada, como una chance enorme de utilizar este incidente como una bisagra para sumar esfuerzos entre los sectores privado y público que contribuyan a resolver los dilemas de la sociedad”, expresaron a través de un comunicado.

Desde la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), consideraron que la afirmación del Presidente “avala” uno de los prejuicios culturales instalados respecto a la madera como material de construcción. “Es por ello, que llamamos a la reflexión no solo de las actuales autoridades nacionales, sino de los funcionarios de todas las jurisdicciones, de la política sin distinciones, de los medios de comunicación y de la comunidad en general, convocándolos a conocer las particularidades de esta industria e incorporar esta alternativa a la planificación pública para poder resolver dilemas de vieja data”.

Producción provincial

En 2021 Román Queiroz, presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), anunció el relevamiento de todos los aserraderos de la provincia de Misiones durante los meses de julio y septiembre, solicitado por el sector foresto- industrial y realizado en conjunto con el Ministerio de Agro y de la Producción y otras asociaciones de la industria maderera.

Consultado por TSM, Queiróz confirmó que dicho censo arrojó un total aproximado de 650 aserraderos en funcionamiento en toda la provincia, los cuales proveen de material a las distintas empresas que se dedican a la elaboración de casas prefabricadas en madera incluyendo también al Instituto Provincial del Desarrollo Habitacional.

Sin embargo, reveló que el relevamiento no incluyó información sobre el monto de la producción y los ingresos que obtienen por año.|