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La Estudiantina, un fenómeno 100% Posadas

Creada hace más de 70 años, la máxima fiesta de los estudiantes posadeños deja huella en cada una de las familias de la ciudad. Hijos que participan y padres y abuelos que participaron son parte de esta fiesta única en el país.

Por Cristian Franchi

La Estudiantina, ese fenómeno tan difícil de entender para quien no vive en Posadas o para quien no comprende una parte fundamental de la idiosincrasia de la capital de la Tierra sin Mal.

Es cierto que a lo largo de estos últimos años, la transformación que tuvo la ciudad de Posadas ha sido exponencial y una de las fiestas que sufrió diferentes transformaciones es nada más y nada menos que la Estudiantina.

Nacida en la década del 50 como un festejo de estudiantes recibiendo la primavera, en aquellas oportunidades eran apenas 5 los colegios que presentaban sus carrozas y reinas desfilando alrededor de la plaza 9 de Julio, haciendo simplemente una demostración.

Ya en la década del 80, los mismos cinco colegios presentaban entre 20 y 30 participantes con batucadas, respetando siempre el mismo lugar de desfile.

El desarrollo de la ciudad la trasladó a la avenida Corrientes y posteriormente a la Costanera, lugar donde se quedó definitivamente. Hoy en día son 25 los colegios que van a participar en esta edición y algunos llegan a alcanzar los 400 integrantes.

El crecimiento de la celebración llevó también a que se generen rivalidades entre los colegios que participan, es por eso que padres, alumnos, directivos, el municipio y entre todos trabajan para tratar de que siga esta fiesta 100% posadeña.

Quique Uffelman es una palabra autorizada para hablar de la Estudiantina. Reconocido baterista y percusionista posadeño fue el creador de un estilo: la Banda de Música de la Industrial.

“En el 84 recién volvió a la democracia. Entonces la Estudiantina, como todo hecho social colectivo, estaba bastante apagado” contó en un informe realizado por el programa La Última Palabra de Canal Doce.

Sobre la creación del estilo y posteriormente del rubro, Uffelman recordó: “yo toco la batería desde muy chico y fue trasladar lo que proponía yo desde la batería y junto con Javier Chemes (también reconocido músico local, exVocalista de Los Pie), que era el otro director, fue proyectar eso a un formato gigante, digamos. Y eso dio pie, bueno, al ritmo que todavía se toca, que es “El Oriental” y eso dio pie a la división entre banda de música y scolas do samba, porque no tocábamos batucada, que era lo que casi todas las escuelas tocaban en ese momento”.

Además, recuerda lo que significó el cambio para ese momento que vivía el país: “en la época en la que nosotros hicimos no estaba muy bien visto, porque la escuela técnica era una escuela seria, digamos. De hecho, un director de esa época me pidió que me vaya a otra escuela. Me dijo que me daba el pase al Nacional (Martín de Moussy) porque ellos no querían técnicos, no querían músicos que tocaran tambores, sino que querían técnicos para formar la patria, o una cosa así”.

Para cerrar, Uffelman sintetiza el sentir del alumno posadeño respecto a su fiesta, “es como una cosa que te explota adentro, y de ahí, pum, pueden salir, no sé, mil cosas” y agregó “es el hecho social más importante para un chico que va a la escuela secundaria en Posadas, y es algo que tiene que ver con lo artístico, con lo cultural, una manera de trabajar en equipo que ellos descubren, una manera de hacer cosas en conjunto. Yo creo que para un chico de esa edad, una chica de esa edad, es una de las cosas más lindas que puede hacer. Y eso genere todo el movimiento artístico, musical, de danza, de fiesta colectiva, que encima es gratuita, organizada por menores de edad, y que yo creo que es lo único en la actualidad que une abuelos, padres y nietos, y hermanas de 70 años. Así que yo creo que es un fenómeno cultural alucinante, 100% Posadas.”