«La nena no se compara lleva una vida de suerte. Mírala como ella baila, mientras ella canta, ella se mueve…» Ea, ea, es… Así empezó TeleShow con Yesica y del otro lado estábamos todos expectantes. Felices por el gran recibimiento que la Conductora de TV, Yesica Sánchez tuvo en su primer programa por parte de familiares y amigos, con muchas flores y grandes dedicatorias, pero también con la emoción del llanto a flor de piel que transmitió a los televidentes.
«Si querés shorar, ¡shorá!» diría Moría pero lejos de dejarse seducir por la emoción presentó su particular vestuario de Espacio Cateí, un vestido largo de piel de vibora dorada (en sintonía con la temática) que dejó en claro que estaba arrancando con un ciclo televisivo de entretenimiento que se llevaría al público por delante y que hasta podría llegar a competir con la Queen de la TV misionera, Nélida Madelaire si quisiera.
Enseguida anunció muchos rumores, mucho «pute», muchos consejos de amor, videos virales y hasta ping pong picante que la conductora disfrutará de mostrarle a su audiencia cada jueves por la noche de la manera en que solo ella sabe hacerlo: con mucho show. Con invitadas de lujo y parte de los auspicios que sumó la joven, estuvieron la dueña de Espacio Cateí, Yesica Bravo y la estilista Michelle Rodríguez.
«¡Un nuevo desafío pero llena de emociones lindas, contenta, agradecida, súper feliz. Gracias por tanto cariño gente, por tantos mensajes de amor, palabras tan lindas y buenas vibras», escribió Yésica en sus redes dónde agradeció a todos los que la acompañaron desde el inicio e invitó a sus seguidores a seguir sus sueños: «deséalo tanto que al universo no le quede otra que dártelo».
Así que atentos los tóxicos, ratas, infieles… TeleShow con Yésica ya está al aire y cada jueves puede ser el lugar donde termines «haciéndote conocid@». Obviamente el programa terminó con una gran celebración con sus afectos y un gran compromiso de continuar creciendo con mucho más espectáculo. Desde TSM le deseamos a Yésica el mejor de los éxitos para esta nueva etapa y le pedimos… que no nos saque el trabajo. ¡Saludos!