El lobby de la corporación yerbatera y su vocación monopólica

Por Fernando Oz

Dejando de lado las guerras y otras catástrofes, el peor momento de un país enfermo se da cuando las corporaciones tienen más fuerza que el Estado con sus tres poderes y toda la pompa. Eso de dejar al lobo al frente de la granja no terminó bien en ningún cuento. Tampoco será bueno para Misiones si sigue avanzando el lobby del monopolio yerbatero, integrado por un grupo empresarial cuyos principales intereses financieros no tributan en esta provincia.

Lo del instinto monopólico de las grandes compañías tampoco es nuevo. Si ese impulso no es regulado, avanzan como Pac-Man. Cuando no pueden sobornar a quien las deberían controlar, se los llevan puestos. Así de simple y hay varios métodos que van desde financiar desestabilización hasta golpes de estados.

El caso de las corporaciones tabacaleras es un ejemplo del que se ha escrito lo suficiente como para saber que tienen un poder tan grande que han invertido en campañas electorales, comprado leyes, sobornado jueces, policías, militares, y hasta han financiado guerras. Todo eso se encuentra en expedientes judiciales, estudios académicos, investigaciones universitarias y periodísticas.

En 2021 publiqué un libro que desentraña el mundo corporativo de las multinacionales del tabaco. En La industria del humo (editorial Atlántida) describo, entre otras cuestiones de escala transnacional, cómo funciona ese lobby para manejar provincias, torcer en leyes, eludir el fisco, manejar votaciones en el Congreso y posicionar a sus ejecutivos en roles claves del gobierno nacional. Unos buenos muchachos.

Con el lobby de la corporación yerbatera infiltrado, vía el Congreso, en el Gobierno de Javier Milei, la tierra de los colonos misioneros corre peligro. Lo mismo sucedió en los 90, tiempos en que los apellidos Menem y Puerta mezclaban la política con los negocios. Los viejos tareferos recordarán cómo fue la explotación laboral de aquellos años.

Ahora, con el heredero de aquella vocación monopólica enrolado en las fuerzas del cielo, la política de desregulación anarcoliberal alcanzó la provincia. El club del lobby yerbatero está integrado por cinco firmas que concentran el 85% del mercado, ellos son los más beneficiados.

La modificación del régimen de envasado en origen y la eliminación de la facultad que tenía el INYM para establecer el precio de la materia prima perjudica a poco más de 12.000 pequeños productores, miles de tareferos, en suma, muchísimas familias. Es el mismo sector que fue perjudicado en los 90, cuando el precio de la yerba mate aumentaba en góndola y el de la materia prima se estancaba.

La desregulación del sector yerbatero y el pase del diputado provincial Pedro Puerta a La Libertad Avanza no es casual. El lobby de las grandes industrias tabacaleras a favor de las políticas antiregulación de Milei tampoco lo es. La foto que el joven heredero se tomó con el presidente de la Cámara baja, Martí Menem (hijo de exsenador Eduardo Menem y sobrino del expresidente Carlos Menem) es todo un signo de época.