Diego Vain, el misionero que cubrirá el mundial en Qatar

No es la primera vez que el periodista deportivo que trabaja en el diario El Territorio se anima a pisar fuerte. Ya viajó a Rusia en 2018 y ahora buscará aportar una mirada local al fenómeno más grande del deporte mundial.

Uno de los periodistas deportivos que trabaja en El Territorio está viajando a cubrir el Mundial de Qatar 2022. Su nombre es Diego Vain, y a pesar de ser un profesional joven, no es la primera vez que logra su sueño de representar a la Tierra sin mal a través del oficio periodístico. Un momento antes de que emprenda su viaje al suelo qatarí, pudimos conversar con él acerca de sus sensaciones, expectativas y desafíos que trae esta oportunidad única.

Sobre lo primero, el asunto emocional, Diego asegura que “para los que nos gusta el fútbol y el deporte en general, los Juegos Olímpicos y el Mundial son las competencias más lindas que nos pueden tocar, y la verdad me considero un afortunado”. De todas maneras, no se desentiende del esfuerzo, y aclara que hay “mucho laburo” puesto en la gestión, mucho esfuerzo por generar redes y accionar los recursos para que el sueño se cumpla en objetivo.

Pero más allá del fútbol en sí, Vain comenta que tanto esta oportunidad como su experiencia en Rusia 2018 son muy relevantes por el salto cultural que representan. “Más allá de lo que pase en la cancha, lo lindo también está afuera, con otra cultura y en otro país, poder ver cómo viven porque una cosa es que lo cuenten por la tele o por las redes y otra cosa es estar ahí” explica. Y eso no es todo, es que a nivel deportivo, considera que “es lo máximo, es un lindo desafío profesional”.

En esto, Diego tiene muy claro que el límite está en cada uno y en poder abrir el juego a soñar en grande. “A veces creemos que desde el interior no podemos ir porque van los mal llamados medios nacionales, y en realidad hay que animarse, prepararse y después también disfrutarlo, por supuesto, y tratar de aprovechar la experiencia al máximo” sostiene. Para poder estar, el corresponsal explicó que las acreditaciones se hacen en FIFA: “Ellos toman en cuenta los antecedentes del medio y del periodista y te dan o no la acreditación, que tiene muchos beneficios por el tema de visados y allá, por ejemplo, vamos a tener pasajes gratis en el transporte público”.

Pero la aventura también tiene lugar, una parte muy necesaria para plantear cualquier logística necesaria para el viaje. Al respecto, Diego cuenta: “Tenemos un grupo con otros periodistas del país para movernos en grupo, porque es más barato y también mejor para trabajar”. Además, agregó que se trata de hacer contactos con argentinos que estén viviendo allá y partir de eso pueden deducir algunos gastos, como cuánto sale vivir en ese lugar, moverse y así poder armar un presupuesto más preciso.

Tanto esfuerzo requiere una dosis de pasión, por lo que la pregunta obligada fue sobre el orígen de su vocación como periodista deportivo, el primer instrumento que lo llevó a estudiar y dedicarse a esto. Diego sobre eso aclara que no hay mucho misterio, más bien siempre jugó al fútbol, desde muy chico, y desde Francia 98 en adelante siempre siguió los mundiales y juegos olímpicos “con detalles”, lo que hizo que se aproxime cada vez más a la profesión. “Decía que iba a ser periodista deportivo (al no poder ser jugador jaja)” cuenta con mucho humor.

También está la presión, esa linda sensación ante la posibilidad tan increíble de poder estar y aportar su propia perspectiva. Ese es un poco el desafío para él, “tratar de contar el Mundial desde otro lugar” explica. “Cómo viven en ese país, cómo viven el fútbol, todo lo que pueda significar para ellos la Copa del Mundo” dice Diego con mucha ilusión. Y como es un apasionado de su trabajo, sin dudas también buscará estar a la altura de su trabajo, adaptándose a los tiempos de los medios. Eso sí, mientras tanto ya se aseguró un recuerdo inolvidable entre los highlights de su vida.