Caligrama: la nueva pandilla literaria de la UNaM

Comenzó como una revista libre de profes para leerse entre compañeros pero los de Letras ahora van por todo y quieren reactivar la movida estudiantil de la Facultad de Humanidades.

Un grupo de estudiantes de la carrera de Letras de la Universidad Nacional de Misiones tuvo la idea de armar una revista en la que puedan hacer la suya y no depender de sus profesores. Este sábado estarán presentando su segundo volumen en el bar Casso de la ciudad de Posadas y para el grupo que está detrás de la publicación es una oportunidad de compartir cosas que exceden a la mera formación académica.

De hecho, como para darse una idea de la cuestión, el miércoles pasado realizaron un evento muy particular llamado “Power Point Night” en una pizzería del centro posadeño, donde los participantes llevaron sus propias presentaciones del mencionado programa de Office, que iban desde tópicos como la inclusión del cómic en la literatura hasta el “Top 10 de power rangers azules” o una lista de las mejores facturas de panadería.

Para entender un poco más de qué se trata esta cofradía post millennial, conversamos con uno de sus integrantes, Matías Espinosa, que obtuvo hace muy poco su profesorado en Letras y que se mantiene cercano al universo de la Facultad de Humanidades.

“En la carrera siempre estuvo la idea, de hecho te lo dicen al comenzar, que ‘acá no se forman escritores sino profesionales de la lengua y la literatura’ pero nosotros también escribimos, publicamos, nos leemos entre nosotros, tenemos una faceta artística o creativa” cuenta Matías, que añade que “así surgió la idea, de querer una alternativa al desarrollo puramente académico”.

Para eso, nobleza obliga, según el profe Espinosa, tuvieron que suceder muchas reuniones para definir las secciones, el contenido y algunas prioridades: “todavía sigue siendo una revista exclusiva para que participen los estudiantes, pero estamos pensando en abrir de a poco la jugada”. Más allá de ese proceso, lo que pone en valor es que más allá de las dos ediciones de la revista, Caligrama se ha vuelto un núcleo para los estudiantes, un espacio desde donde “activar la movida universitaria de nuevo”, y que más allá de las temáticas específicas, se han animado a realizar otras actividades como una charla sobre salud mental o un taller de fanzines.

“La idea es que los ingresantes se encuentren con estos espacios y vean que se pueden hacer un montón de cosas, cosas que nos hubiera gustado tener a nosotros cuando empezamos la carrera” dice Matías. Incluso, su primera intención fue hacer de la revista algo totalmente independiente y autogestivo, pero vieron la necesidad de mencionar que estaban haciendo esto en el marco de la Facultad de Humanidades. En los talleres y actividades que no tienen que ver con las convocatorias para el contenido del magazine, encontraron una forma de abrirse y darse a conocer con toda la comunidad, más allá de la UNaM.

Según Matías, el grupo actualmente está muy entusiasmado por todas las actividades que surgieron últimamente: “muchas de estas actividades surgieron porque estábamos en el mes del estudiante pero queremos darle continuidad”. Consultado por lo que podemos esperar a futuro de Caligrama, expresó que “sí o sí tendremos un volúmen 3, pero también vamos a seguir haciendo más eventos y seguiremos creciendo en calidad de contenido porque este es un proceso en el que nos vamos interiorizando a medida que lo hacemos” y aclaró que “Caligrama es un grupo no partidario, si bien hay muchos integrantes que militan en sus espacios y tienen su pensamiento político, nosotros elegimos que se mantenga así”.