Biblioteca Popular: el desafío de mantener viva la cultura

Creada en 1913, pasó por muchos procesos hasta llegar a la actualidad. Una gran cantidad de posadeños a lo largo de su historia y la de nuestra ciudad, han pasado por este mítico lugar.

Entre los términos que se han acuñado para expresar acciones públicas está el muy utilizado “puesta en valor”, práctico para el discurso de lo que es políticamente correcto. Engloba en sí un espectro de significados que pueden vincularse a la obra pública como así también, al reconocimiento de aquello que nos identifica como sociedad. Si pensamos en un mapa de la ciudad con sus puntos claves, aquellos que son identitarios para nuestra cultura, podríamos señalar la calle Córdoba, al 2069.

Allí se encuentra funcionando hace más de 100 años la Biblioteca Popular Posadas, más precisamente desde 1913 (cada uno hará las cuentas). Sin dudas, una gran cantidad de posadeños a lo largo de su historia y la de nuestra ciudad, han pasado por este mítico lugar. El sentido común invita a pensar que un espacio tan significativo para nuestra identidad siempre estará allí, como un tesoro inalterable para las generaciones futuras. Sin embargo, el día a día que hace al presente de la institución, es más complejo.

En principio, porque una biblioteca popular se trata de los miembros que la conforman, sus socios y directivos, así como los empleados que trabajan día a día allí, atendiendo al público, realizando tareas administrativas y de investigación. Y por otro lado, porque la historia reciente de la biblioteca ha tenido capítulos desafortunados que afectaron drásticamente a quienes sostienen las actividades y el funcionamiento de la misma.

María José Bilbao, una de las empleadas, nos ayudó a recapitular estos hechos. “Minicuotas Ribeiro es una firma comercial que nos alquilaba el local contiguo a la Biblioteca. Ese local fue comprado en los años 20’ cuando se adquirió este edificio, que muy criteriosamente la comisión directiva de esa época dispuso para que funcione como un ingreso permanente para el funcionamiento general de nuestras actividades. Allí funcionó incluso el Cine Sarmiento, pero a partir de 2005 se puso en alquiler a firmas más comerciales. Durante el último tiempo se le había dado a Ribeiro que durante un más de un año no pagaron el alquiler” explicó.

En consecuencia, lo que sucedió, según la bibliotecóloga Bilbao, fue una descompensación sensible ya que “ese ingreso era el principal, con el que nos pagaban el sueldo a nosotros, entre otros gastos grandes de la Biblioteca”.

En la actualidad, según cuenta, son cinco los empleados que trabajan en planta permanente y que a raíz de esta situación dejaron de percibir sus respectivas cargas sociales y perdieron adhesión a su respectivo sindicato por no poder pagar las cuotas. “La realidad es que los ingresos actuales de la Biblioteca no son suficientes para sostener la estructura actual que posee” sentenció María José Bilbao.

Esto conlleva un desafío institucional enorme, según lo describe, en relación a que “debemos hacer ‘malabarismo’, viendo cómo regularizamos nuestra situación con AFIP y cómo vamos cancelando algunas deudas de a poco”. Asimismo, las tareas que realizan cada una de las personas allí son fundamentales para el funcionamiento de cada actividad que propone la Biblioteca, desde el sector de lectura para infancias hasta el ciclo de cine que María José sostiene desde hace 14 años. “Si uno de nosotros tuviera que dejar de trabajar aquí, sería una pérdida sensible ya que cada empleado se encarga de una cantidad de áreas que afectaría a la calidad de nuestro desempeño” manifestó Bilbao.

En este caso, la puesta en valor es un desafío que incumbe a toda la comunidad posadeña. Al respecto, María José aclaró que “económicamente, nos sirve un montón que la gente venga y se asocie. Si bien para muchas personas dos mil pesos al año puede no significar una gran cantidad de dinero y para otros sí, a nosotros nos ayuda a seguir”.

Respecto de la situación con Ribeiro, aclaró que “si bien el momento de mayor angustia pasó, seguimos en crisis y es un conflicto que todavía no se terminó”.

De todos modos, aclaró que “el mensaje que queremos mandar, más allá de la cuota, es que la gente no se olvide de la Biblioteca, más allá del dinero, y que se acerque no sólo por libros, sino también a nuestros espectáculos y actividades”. “Es importante que sepan que seguimos peleándola y haciendo que funcione con todas las ganas de siempre” concluyó María José.

Para seguir de cerca las actividades que se realizan en la Biblioteca Popular Posadas, podés ingresar a su página web: https://www.bibliotecaposadas.com.ar/ o a través de sus redes sociales en Instagram: https://www.instagram.com/bibliotecapopularposadas/ o Facebook: https://www.facebook.com/BibliotecaPosadas