Belén Hernández reflexiona: «mucha palabra, poca acción»

En el Día Mundial del Síndrome de Down, la locutora habló sobre la fecha y cómo en particular, cada 21 de marzo, fibras especiales de su cuerpo se activan con el gen de la concientización.

Hoy 21 de marzo, ¡a usar medias diferentes! ¿Pero por qué? ¿Por gusto nomás? La respuesta es no. Es una fecha para conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down con concientización e inclusión. Sin embargo, la conductora de TV, Belén Hernández, marcó este año su postura al respecto:

«Este año la fecha me llega diferente. Me encantan las fechas especiales para conmemorar, recordar, concientizar y cualquier excusa para poner en agenda o en la mesa, más cuando soy defensora de, en este caso defensora del Día Mundial del Síndrome de Down. Pero parafraseando al filósofo contemporáneo, Ricargo Arjona: Inclusión, hermanos míos, debería ser verbo y no sustantivo», reflexionó.

Si bien es una fecha que por demás, la bella locutora la palpita de cerca todos los días ya que disfruta de su precioso retoño, Balta, decidió hacer un llamado de atención a quienes se llenan de palabras pero no accionan, a quienes recurren a «plaquitas» conmemorativas pero no giran su cabeza a ver al otro. 

«Mucha palabra pero poca acción. Hablemos de incluir pero sobre todo, incluyamos. El 21 de marzo, a ponerse las medias distintas para dar visibilidad a este cromosoma que tienen las personas con Síndrome de Down y festejar la diversidad. Pero todo el año, incluyamos. Todo el año empaticemos. Todo el año, miremos al otro. Todo el año, amemos», cerró Belén.

Para nosotros es recordar este extracto de una revista: «las personas con síndrome de Down nos enseñan capacidad de sorpresa ante el milagro de lo cotidiano. Nos enseñan paciencia en un mundo que rinde pleitesía a la velocidad. Nos enseñan constancia en un mundo que premia la superficialidad y la tarea rápida y poco cuidadosa. Nos enseñan tranquilidad en un mundo prisionero del reloj. Nos enseñan amor desinteresado en un mundo de intereses. Nos enseñan a vivir el ahora en un mundo preso del ayer y del mañana. Nos enseñan el amor por la vida en un mundo violento y agresivo. Nos enseñan entusiasmo por lo natural en un mundo en el que todos están de vuelta de todo y se lo saben todo. Nos enseñan a estar pendientes de los sentimientos de los demás en un mundo en el que cada uno va a lo suyo. Nos enseñan a valorar los pequeños logros en un mundo en el que solamente unos pocos, los mejores, los número uno, son valorados y admirados. Nos enseñan a agradecer, en un mundo permanentemente insatisfecho».