El objetivo de la iniciativa es «dar una respuesta a la nueva realidad laboral argentina post pandemia a través de la ampliación de la seguridad social y la promoción del empleo».
El texto propone establecer un Salario Básico Universal «como una prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional destinada a trabajadores y trabajadoras de bajos ingresos».
De acuerdo a la iniciativa, el SBU será otorgado a:
- Personas que se encuentren desocupadas
- Se desempeñen en la economía informal
- Se encuentren inscriptas en la categoría ‘A’ del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes
- Se encuentren inscriptas en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo Independiente.
«Hay millones de personas que trabajan, sin tener un empleo formal, que no tienen garantizadas las condiciones más básicas de vida. Este fenómeno no pasa solo en Argentina, es mundial, y es consecuencia de las transformaciones en el mundo del trabajo y de la creciente concentración de la riqueza», sostuvo Itaí Hagman, referente del Frente Patria Grande que conduce Juan Grabois.
Para Hagman, «el Salario Básico Universal es una respuesta concreta que nos permite ser audaces para pensar el futuro».
Por su parte, Natalia Zaracho, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), afirmó que «hoy no se reconoce como debería el valor del esfuerzo de millones de trabajadores de la economía popular y de las tareas del cuidado. Esta medida podría eliminar la indigencia y garantizar que todo el mundo tenga, al menos, un plato de comida cada día. Sería un avance muy importante».
Finalmente, Federico Fagioli, también del Frente Patria Grande, se preguntó «¿en qué momento naturalizamos tanta desigualdad?. Necesitamos políticas redistributivas. Un Salario Básico Universal que equivalga al valor de una Canasta Básica Alimentaria no sólo nos permitiría terminar con la indigencia, sino también avanzar hacia la justicia social», concluyó el legislador.|