Si este artículo se hubiese escrito décadas atrás, el método a utilizar para no perderse sería otro, quizás una brújula. Pero el sentido es el mismo, evitar perderse o encontrar con la mayor exactitud posible y sin obstáculos el lugar al cual uno desea llegar.
Perdida, desorientada. Así está la oposición y no solo en la Tierra sin Mal. El desorden, las disputas e internas provienen desde otros puntos, principalmente de Buenos Aires.
Dentro de Juntos por el Cambio el internismo es cada vez más notorio y las réplicas tienen epicentros en varios distritos. Es el caso de Río Negro, donde la coalición opositora se quebró definitivamente luego de que el PRO y la Coalición Cívica definan a dedo que el diputado nacional Aníbal Tortoriello sea candidato a gobernador, dejando afuera de la discusión a la Unión Cívica Radical, que iría con candidato propio en ese distrito.
De cara a las presidenciales del 2023 la cosa está que arde. Con la posibilidad cada vez más concreta de que las PASO sean historia la voracidad y el clima hostil entre los integrantes del PRO, el radicalismo y la Coalición Cívica sea cada vez más evidente.
Hace un tiempo Elisa Carrió cargó contra Mauricio Macri, acusándolo de ningunear a la UCR y a la Coalición Cívica. A la ola de críticas contra el expresidente se sumó Facundo Manes, quien lo acusó de ejercer “populismo institucional”, luego de eso saltó el gobernador jujeño Gerardo Morales a despegarse de Manes.
¿En qué podría derivar esto? Es simple, en que el científico, un “outsider” de la política huya espantado de Juntos por el Cambio y se lleve la poca empatía que tenía ese sector.
¿QUÉ PASA ACÁ?
La Tierra sin Mal no está ajena a esas disputas por espacios de poder. Muestra de ello se dio hace algunas semanas atrás, cuando asumieron las nuevas autoridades provinciales de la Unión Cívica Radical, cuya presencia estelar fue la del gobernador correntino Gustavo Valdés.
Casi tratado como un “rockstar”, nadie intentó opacar la presencia del mandatario de la vecina provincia, que se llevó todos los flashes de la jornada. Incluso están quienes afirman que los hilos del partido centenario en Misiones se manejan desde la vecina provincia y que el propio Valdés tiene en el diputado nacional Martín Arjol a su niño mimado.
Otra muestra de la profunda división se dio en el sector de la Juventud Radical y en un momento trascendental. Mientras el concejal posadeño Pablo Argañaraz asumía al frente del Comité Provincia, un grupo del espacio mencionado pegaba el portazo y anunciaba su cruce a las filas de la Renovación.
Ante todo este panorama hay algo que es cada vez más evidente, las diferencias entre ambos bandos son insalvables. Por un lado están los “ortodoxos” referenciados en Alfredo Cornejo y Mario Negri y que en Misiones tienen su identificación en Martín Arjol, Ricardo Andersen y Rodrigo de Arrechea. Mientras que por el otro lado “Pepe” Pianesi y Francisco Fonseca son las caras más visibles de Martín Lousteau y del economista Martín Tetaz.
EL PRO TAMBIÉN
La posibilidad concreta de que las PASO no se realicen viene generando un clima de tensión permanente en el PRO y eso también es trasladable a la provincia, donde cada sector a nivel nacional está referenciado en alguien de peso.
Por un lado están los “halcones” guiados por Patricia Bullrich, cuyas intenciones presidenciales son cada vez más fuertes y que en Misiones están representados por el extitular de la Entidad Binacional Yacyretá, Martín Goerling.
Goerling tiene un punto a favor, teniendo en cuenta que la exministra de Seguridad durante el Gobierno de Macri es la dirigente de Juntos por el Cambio con mayor intención de voto en la Tierra Sin Mal.
Por el otro lado está el “larretismo”, cuya representación está encabezada por el diputado nacional Alfredo Schiavoni y que tendrá participación directa en la visita que el jefe de Gobierno porteño tiene prevista realizar en Posadas la semana próxima.
Juntos por el Cambio sigue siendo un manojo de internas y tironeos de poder, alejándose cada vez más se alejan de lo que necesita la gente de la política.