Pocas veces se vivió en la historia argentina un sentimiento de unidad tan fuerte como el de la última semana, tras la victoria mundialista en Qatar y el regreso de los jugadores. Un diciembre distinto al de los últimos 20 años, en el que el recuerdo principal eran los saqueos, la represión policial y la huida de un presidente de la Nación en helicóptero.
Esas imágenes parecen haber quedado en el pasado, en el anecdotario de las crisis (una de las más grandes por cierto) de nuestra historia reciente. La unión que generó la victoria futbolística no tiene antecedentes en varias décadas en el país y fue una sensación desconocida para millones de argentinos.
En Misiones, a la paz social que la caracteriza se sumó un festejo sin precedentes. Con miles de ciudadanos que aprovecharon la magnífica Costanera para festejar el triunfo nacional. Es que los misioneros, tenemos motivos para celebrar: datos alentadores en materia económica, el turismo y las maravillas que ofrece la provincia, eventos para todas las edades, obras en todo el territorio de la Tierra sin Mal, entre otras cosas.
Todos estos avances, hacen que Misiones sea una isla en medio de la grave coyuntura económica nacional. Pero no es por arte de magia que se consiguen los logros antes mencionados, hay alta política, gestión y un rumbo tomado que contiene decisiones por demás acertadas.
Pero así como hay motivos para festejar, también hay algunos que no se deben dejar de tener en cuenta para el futuro. Esta semana, las provincias recibieron un duro por parte de la Suprema Corte de Justicia, que ordenó devolver a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, casi un 3% que le corresponde por Coparticipación, perjudicando al resto de los distritos.
El gobierno provincial fue respetuoso de la decisión judicial, el gobernador Oscar Herrera Ahuad expresó que “seguiremos reclamando lo que nos corresponde de coparticipación» y recordó que Misiones aporta a la Nación fondos como la séptima economía, pero recibe coparticipación como si fuera la vigésima.
Distinta fue la postura del diputado nacional de Juntos por el Cambio Martín Arjol, quien en Twitter criticó la decisión del presidente Alberto Fernández de no acatar el fallo judicial, pero que nunca puso por encima los intereses de Misiones a la hora de los reclamos. Evidenció de esta manera el legislador radical hacía donde están direccionados sus intereses y el fomento de una grieta que debe ser erradicada.
Es por eso que Misione se mantiene al margen, porque decide sus propios temas y no recibe órdenes desde Buenos Aires. Siempre están quienes dudan de esa posición y de los resultados, pero está a la vista, hay paz social, concordia y armonía.