En el marco de la causa Vialidad y el intento de magnicidio contra la vicepresidenta -lo que desató una escalada de discursos de odio- dirigentes del entorno de la vicepresidenta Cristina Kirchner deslizaron la posibilidad de que la titular del Senado pueda reunirse con el ex presidente Mauricio Macri, aunque por parte del líder del PRO no ven factible ese encuentro. Mientras tanto, desde algunos sectores advierten que las amenazas contra políticos podrían continuar, por lo que desde el oficialismo hacen todo lo posible para reconstruir la confianza y la “paz social” con la oposición.
Luego de que la ex mandataria hablara por primera vez tras el atentado que sufrió en la puerta de su domicilio del barrio porteño de Recoleta el pasado 1 de septiembre, dos de sus allegados subrayaron la necesidad de que se avance en el diálogo para bajar la tensión política y poder establecer puntos de acuerdo, al igual que el Presidente.
Lo que se dijo
Alberto Fernández reiteró su convocatoria al diálogo con la oposición tras el atentado, y llamó a la reflexión de los sectores políticos. Lo hizo de forma disipada, sin nombrar a ninguna fuerza, pero enfatizando en la necesidad de acercar posiciones con quienes «no piensan lo mismo».
«Vivimos un cimbronazo como sociedad con lo que pasó a Cristina, y eso debe hacernos reflexionar sobre la necesidad de trabajar juntos. Le costó demasiado a la democracia para que a esta altura de los acontecimientos no seamos capaces de hablar los que no pensamos lo mismo», afirmó el mandatario.
Por su parte, el senador nacional del Frente de Todos Oscar Parrilli fue el más concreto al hablar sobre un eventual cara a cara entre los dos principales referentes de la política argentina: «Ella nunca ha puesto límites para nada. No quiero hacer elucubraciones, el tiempo lo dirá, pero ella no ha puesto límites«.
En declaraciones radiales, el presidente del Instituto Patria fue consultado sobre si no descartaba que efectivamente pueda haber un encuentro entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, a lo que respondió: «No, para nada».
Para destacar que la ex jefa de Estado no le cierra las puertas a ningún acercamiento, Parrilli indicó: «Alberto Fernández es presidente después de la situación de separación que tuvo… Sergio Massa es ministro de Economía y forma parte de nuestro espacio. Hay pruebas más que elocuentes de que ella siempre ha estado dispuesta al diálogo y a pensar en el futuro«.
En tanto, el secretario general de La Cámpora, Andrés «Cuervo» Larroque, insistió en retomar el diálogo con la oposición, y pidió ponerle un freno al hostigamiento contra la vicepresidenta. Para el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, es «imprescindible» acercar posiciones con todos los sectores políticos para hacer frente a la crisis desatada tras el atentado contra la titular del Senado. Además, en una clara crítica a los dirigentes de Juntos por el Cambio, exigió no relativizar ni minimizar el suceso.
El hombre del entorno de la vicepresidenta señaló que el intento de magnicidio configuró un punto de inflexión en la política, y subrayó la necesidad de ponerle un freno «a la locura y al proceso de hostigamiento permanente a la figura de CFK» que «no es para todos por igual», sino que hay una desproporción en las críticas.
Pese a las declaraciones de Parrilli y Larroque, dos dirigentes muy cercanos a la vicepresidenta, allegados al líder del PRO le bajaron -por el momento- el pulgar a la posibilidad de que se pueda avanzar en una reunión con Cristina Kirchner, según indicaron fuentes del PRO a NA.|