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“Una verdad que duela a una mentira que te robe años”: el crudo descargo de Lara Pernigotti

La conductora explotó en redes con un mensaje sin filtros sobre la mentira, la falta de comunicación y los vínculos vacíos. Mirá lo que dijo porque puede ser el mensaje que necesitabas hoy.

En un video extenso, frontal y profundamente emocional, Lara Pernigotti decidió decir lo que muchos callan. Lejos del tono edulcorado que suele dominar las redes, la Conductora de TV realizó un descargo contundente sobre las relaciones humanas, la honestidad y el enorme problema de comunicación que, según ella, atraviesa la sociedad actual.

«Soy una mujer que dice la verdad, le pese a quien le pese”, lanzó sin rodeos. Desde el inicio, Lara dejó claro que no habla desde la perfección, sino desde la responsabilidad: se reconoce humana, capaz de equivocarse, pero también de hacerse cargo, pedir disculpas y aprender de sus errores.

Uno de los momentos más filosos del video fue cuando apuntó directamente contra la mentira y el ocultamiento en los vínculos. “Es tan fácil decir la verdad, pero la gente se complica, miente, falsea”, expresó, visiblemente agotada. En ese sentido, confesó que hoy no tiene paciencia para personas que no sean honestas y fue tajante: no quiere conocer a nadie que no sea real, aunque la verdad duela.

También habló del cansancio emocional que atraviesa, de la falta de vacaciones y de cómo su tolerancia está al límite. “Mi paciencia hoy es cero”, admitió, aclarando que solo logra sostenerla con su hijo y su perrita. Desde ese lugar, dejó un mensaje claro: prefiere una verdad dolorosa antes que una mentira que termine robándole años de vida.

Uno de los pasajes más íntimos fue cuando relató una experiencia con una expareja, a quien le dijo que no la quería “para sí”, aunque sí la amaba. Una honestidad que generó enojo, pero también sanación. Para Lara, decir la verdad a tiempo puede incomodar, pero evita daños más profundos a largo plazo.

“Voy a seguir hablando de temas que son tabú, así tenga un país enojado conmigo”, aseguró. Convencida de que una palabra sincera puede sembrar cambios reales, cerró con un mensaje directo: quien no esté dispuesto a escuchar verdades, siempre tiene la opción de dejar de seguirla.

Un descargo incómodo, real y sin maquillaje, que volvió a poner sobre la mesa una pregunta clave: ¿estamos preparados para vínculos honestos o seguimos eligiendo mentiras cómodas? Lo dejamos a tu criterio.